(El Nacional/ VyV).-
De acuerdo a los practicantes de la santería, “de libre a esclavo” es uno de los refranes del signo Irete Sukankola, la “letra del año” que de acuerdo a ellos, determinará el destino de Venezuela en 2017. Diferentes sacerdotes de la religión Yoruba declararon que este año será peor que el 2016. Este grupo radicado en Caracas consultó qué le deparará al país los próximos 365 días y el diagnóstico no se aleja mucho de lo vivido el año pasado.
Ellos establecen que será un año de “lágrimas, sufrimiento y dolor”. Que habrá una gran oscuridad, que no solo se traducirá en una mayor crisis eléctrica sino en la prolongación del sufrimiento nacional. “En este signo, el hombre maltrataba siempre a la mujer, la golpeaba y ella solo lloraba”. Esa mujer es Venezuela.
Esta oscuridad se sentirá en el comportamiento de los venezolanos, como advierten, “la gente va a caminar como zombies, perdida, sin saber a dónde ir ni qué solución aplicar”. Agregaron que “el país está loco. La mayoría no sale del letargo. El mismo pueblo no despierta. Hay algo espiritualmente que no deja que la gente actúe”. Dicen que este año la nación estará sometida al poder de las Fuerzas Armadas y de un servicio de vigilancia, que es de origen extranjero.
Otro sacerdote aseguró que aumentará la persecución política y la represión. También señalaron que “la persona que está gobernando llegó al poder impuesta, por herencia, y no por mérito propio. Por eso no tiene el conocimiento para gobernar”.
Entre otras cosas, hablaron de un lenta salida a la crisis, que le pueblo saldrá a la calle y que una mujer podría llevar la batuta de estos alzamientos. Igualmente hacen un llamado a rezar y ofrendarle a Eleguá, dios de la suerte y dueño de los caminos, y a Yemayá, diosa del mar y madre del mundo.
Dios ya habló
Desde hace años, Dios ha venido hablando a su Iglesia y pueblo respecto a las cosas que están sucediendo en la actualidad y de muchas otras que aún no han llegado a su cumplimiento. Mensaje divino de donde Satanás ha tomado para hablar por la boca de sus emisarios los practicantes de la religión Yoruba.
Lo que nunca dirán los líderes babalawos es que gran parte de lo que ocurre en Venezuela se debe a las invocación a los demonios que la clase política y gobernante ha hecho a través de ellos, idolatrando espíritus satánicos y deshonrando al Señor eterno y todopoderoso (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
Lo que sí es cierto es que el proceso que está viviendo Venezuela ha sido permitido por Dios para que los venezolanos vuelvan su mirada a Él, único creador de todas las cosas y de los hombres y el único que puede hacer de este país moribundo, uno nuevo.
Es tiempo de arrepentimiento, perdón y de un cambio de pensamiento, es tiempo de abrirle el corazón a Jesucristo como Señor y suficiente Salvador para así poder tener esperanza y en unidad orar para ver el nacimiento de la Nueva Venezuela que Dios tiene preparada. Cristo es el Camino, no Eleguá y del Padre celestial es la tierra y su plenitud, y no Yemayá.◄