(Agencias/ VyV – CARACAS).-
El ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, informó que durante el primer trimestre de 2013 se han registrado 3.400 homicidios en todo el país, al anunciar una reducción de las muertes violentas al cierre de marzo.
De igual manera y sin dar cifras exactas, el ministro indicó que en comparación con el mismo período del 2012, hubo una reducción en los accidentes de tránsito de un 25 por ciento, del 53 por ciento de accidentes con fallecidos y 64 por ciento de reducción de personas fallecidas.
Apuntó, además, que se registraron seis fallecidos por inmersión y destacó que el año pasado fueron 16, aunque comentó que al menos siete niños fallecieron ahogados «en otros hechos aislados» que están siendo investigados.
Aclaró Reverol que «de las 3.400 víctimas de homicidios que hay actualmente en el 2013, en estas 12 semanas que han transcurrido, 545 víctimas de homicidios se le atribuyen al estado Miranda».
Es de mencionar, que en estos momentos se está discutiendo y esperando aprobación de la Ley Desarme en la Asamblea Nacional. Asimismo, Venezuela ocupa el quinto puesto entre los países con las tasas de homicidios más altas del mundo, según indicó un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas.
La tasa de Venezuela fue de 45,1 por cada 100 mil habitantes, sólo superada por Honduras (91,6), El Salvador (69,2), Costa de Marfil (56,9) y Jamaica (52,2).
El real desarme debe comenzar en el corazón de los venezolanos, que es donde se generan los sentimientos negativos que hacen que las personas comentan crímenes en sus diferentes tipos.
Cristo contra la violencia
La Biblia nos revela que «lo que está en el corazón determina lo que uno dice» (Mateo 12:34, NTV) y por lo tanto es allí desde donde se genera y se planifica todo crimen y acto vandálico.
Los valores de los hogares son el arma principal de la sociedad y ciudadanía venezolana, si ellos están fundamentados en las Sagradas Escrituras, la violencia disminuirá notablemente hasta ser erradicada.
Cada día que pasa, se evidencia que Venezuela está sedienta de «amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio» (Gálatas 5:22-23, NTV) los cuales conforman el fruto del Espíritu Santo y que sólo se consiguen por medio de Aquél que dio su vida por la humanidad: Jesucristo.