(Acontecer Cristiano/ VyV – BRASILIA).-
Un joven evangélico afirma que fue atormentado por una ‘fuerza diabólica’, tras jugar Mortal Kombat X. Él dice que tenía mucho miedo y pasó tres días sin poder dormir.
Según el joven, el miedo se apoderó de él después de haber jugado por horas. «Después de esto vino el ‘espíritu maligno’ a mi casa, y yo comencé a tener miedo dentro de mi propia casa. Comencé a tener miedo al salir por la noche, cuando iba a la cocina a buscar agua o subía las escaleras solo, porque sentía que había alguien detrás de mí», dijo el joven, según publicó Gospel Prime.
El joven dice que el juego fue consagrado de una manera diferente. «Este juego tiene un espíritu maligno distinto. Es por eso que les pido, no lo jueguen dentro de sus casas», refirió. Después de esta tenebrosa experiencia, el joven destruyó el disco del juego y dijo que fue ministrado y entendió que fue por causa del juego que no pudo dormir por tres noches.
Mortal Kombat X es el videojuego más famoso de lucha en el mundo. Sus fanáticos conocen los nombres de los personajes, pero no saben que algunos representan a un demonio.
En el juego uno de los luchadores se llama Moloch, quien es uno de los jefes de Mortal Kombat, es reconocido por su grandeza y brutalidad. Moloch es el nombre de un dios de los amonitas al cual se le sacrificaban niños recién nacidos.
Según Levítico 20:1-2, Dios prohibió el culto a este dios: «Habló Jehová a Moisés, diciendo: Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará. Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre».
El llamado es a los padres a ver más allá de lo evidente y no colaborar con el enemigo al comprarles estos juegos a sus hijos o al permitir que hagan uso de los mismos. Los jóvenes son tentados en esa edad vulnerable para caer en las manos del enemigo y desviarse del propósito para el cual Dios los creó, por lo tanto es importante que guarden su mente y corazón.