(Verdad y Vida – REDACCIÓN).-
En una reciente visita a la Isla de Margarita, el pastor Joaquín Pirela, secretario del Consejo Evangélico de Venezuela (CEV), compartió con Verdad y Vida su opinión en cuanto a la situación del país y el papel de la Iglesia Cristiana frente a las diferentes situaciones que se han desencadenado desde principios de año.
De acuerdo al pastor, la iniciativa de crear la Alianza Evangélica de Venezuela (EAV), surge «ante la necesidad de fijar una posición como Iglesia Evangélica ante la situación de corrupción, del desnivel de poderes que se ve, persecuciones y ataques que la misma Iglesia Cristiana venezolana ha estado recibiendo, como: Amenazas de expropiación y algunas expropiaciones, y hasta hace poco, la parte de registro de algunas iglesias, que gracias a Dios, ha ido avanzando».
¿Qué puede decirnos de la Alianza Evangélica de Venezuela?
– Bueno, se ha establecido una alianza estratégica, la llamamos Alianza Evangélica de Venezuela debido a que en el país están surgiendo muchas cosas que evidentemente son, en algunas ocasiones, responsabilidad del pueblo de Dios, de la Iglesia, y otras son responsabilidad de la ciudadanía. Entonces ella no surge como una nueva organización, sino como una alianza, un encuentro estratégico de dos de las organizaciones principales y más antiguas de Venezuela, como lo son el Consejo Evangélico de Venezuela (CEV) y la Confederación Evangélica Pentecostal de Venezuela (CEPV).
Acotó Pirela que la intención no es pasar por encima de otras organizaciones, sino que esta iniciativa invita a las demás organizaciones, confederaciones, federaciones, expresiones evangélicas independientes, libres, bautistas, históricas, pentecostales a que se unan no como organización, sino como pueblo cristiano y «que podamos de esa misma manera unirnos, que podamos dar al pueblo de Venezuela una voz de esperanza, dar una voz que también denuncie cualquier injusticia porque la iglesia evangélica no puede estar ajena indiferentemente de su posición política partidista que cada quien la puede tener con libertad, la iglesia no puede estar indiferente a las injusticias que se cometan, ya sea por parte del estado o por parte de instituciones privadas, o partidistas».
Resumió Pirela que el objetivo de la AEV es: Primero, buscar esa unidad para determinar las actividades respetando las divergencias y la diversidad, y segundo, unirnos para dar una voz en nombre de la iglesia al país».
¿Qué pudiera decirnos de la situación del país, los intento de diálogo del gobierno y sectores de la oposición y demás movimientos formados para establecer la paz en Venezuela?
– Como pastor y como parte del CEV cualquier intento de diálogo por la paz, por llegar a un acuerdo, es loable, es admirable y aplaudimos toda intención. Sin embargo, hemos coincidido en que no se puede alcanzar la paz, no puede haber un diálogo por la paz, si primero no hay muestras de justicia, nunca podremos alcanzar la paz. La paz es precedida por la justicia, por la equidad, entonces de nada me sirve a mi tomarme una foto con la gente con la que tengo diferencias para que la prensa diga que estamos dialogando cuando yo todavía no he dado indicio de justicia; y cuando hablo de justicia hablo de todas las esferas políticas partidistas gubernamentales y de oposición de parte del país, porque tiene que haber justicia por ambos lados.
Destacó que la situación en Venezuela es muy delicada y que como pastor y Secretario del CEV, está convencido que «la violencia no lleva a nada positivo, que obstaculizar el libre tránsito en Venezuela, el obstaculizar la oportunidad de trabajo, el derecho de ir a trabajar, no nos lleva a nada, nos lleva más bien a un ambiente de irritabilidad y es ahí donde se busca una de llevar nuestra voz por la vía pacífica, de diálogo, pero la justicia y la equidad tiene que venir de todos los sectores». Agregó que la Iglesia Cristiana, también debe dar muestras de justicia dentro de «nuestras propias iglesias, organizaciones y nuestros propios hogares».
¿Qué estrategias aplicaría usted para llevar esa justicia por lo menos a los hogares e iglesias?
– Bueno tenemos que comenzar siempre de menos a más, tenemos que comenzar en nuestros hogares, que nuestras esposas e hijos puedan ver una muestra de transparencia, valores, integridad que son importantes para dar estos pasos. Luego, en nuestras iglesias creo que los pastores tenemos que ser bien equitativos, debe haber equidad, debe haber justicia, porque hay muchas ovejas heridas dentro de las iglesias, algunas se han ido porque han sido heridas por sus pastores o por los líderes porque critican algunas maneras de ser de los gobernantes, pero que ellos son así o peores dentro de sus iglesias; es decir, se está cuidando más el poder, el liderazgo y no se está cuidando la integridad y justicia. Entonces tenemos que nosotros dar los primeros pasos y de allí a nuestra comunidad. Cada comunidad tiene una necesidad determinada, entonces nosotros los pastores podemos ser mediadores, no tengo que esperar que me inviten a Miraflores, yo puedo ser mediador en mi comunidad, en mi condominio, en el colegio de mis hijos y así comenzar a dar esos primeros pasos para la justicia y la equidad.
¿Qué recomendaciones puede darle a la Iglesia cristiana, a los padres de familia y a la misma juventud para que pueda establecerse la justicia y finalmente la paz en Venezuela?
– Precisamente el tema de los niños y jóvenes es muy importante porque ellos son la generación del mañana. Si no comenzamos nosotros a atenderlos a ellos, a sembrar en ellos valores, no solamente con conferencias, sino con nuestro ejemplo, si seguimos ‘entreteniendo’ a nuestros niños, jóvenes y adolescentes en la iglesia, pero no le proveemos los valores necesarios, no vamos a poder construir al hombre del mañana. Y esa es la razón por la cual estamos aquí, la crisis mundial, nacional, local, en cada región del país se debe a que hemos, por las mismas presiones y el afán del día a día, descuidado esas edades tan importantes como lo son nuestros niños, adolescentes y jóvenes que hoy están sufriendo toda esta presión.
Es importante que la Iglesia Cristiana en Venezuela se levante como intercesora de esta nación para que haya más hombres y mujeres con temor de Dios, lo que generará un cambio radical y positivo, lleno de la paz que sólo el Señor puede dar.
