(Pulso Cristiano/ VyV – BUENOS AIRES).-
El pasado 10 de enero, una delegación de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), una entidad que agrupa a las denominaciones herederas de la Reforma, fue recibida en audiencia por la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner.
Según informó la FAIE, le llevaron a la mandataria las “reflexiones de fin de año”; así como un anticipó que le manifestarían a la jefa de Estado su “expectativa de que haya un reconocimiento oficial para la fecha del 31 de octubre como Día de la Reforma y de las Iglesias Evangélicas”.
Es la primera audiencia oficial que ofrece Fernández de Kirchner a entidades evangélicas desde su asunción en 2007 como Presidenta.
El contenido de las “Reflexiones de fin de año”
Para la FAIE, “hay crecimiento y mayor distribución” en la Argentina, lo cual dejaron ver a través del documento titulado “Reflexiones de fin de año”, donde esta entidad cristiana hizo un balance de la situación del país. En la carta pública, la federación rescata avances en lo económico y social, plantea la necesidad de seguir construyendo con base en la justicia, condena los atropellos, la soberbia y los abusos de poder, y reitera su pedido histórico de separación de la Iglesia y el Estado, que debería plasmarse en la próxima reforma del Código Civil y Comercial.
El texto resalta que “los datos objetivos muestran un crecimiento económico y una mayor distribución entre los diversos sectores” y que “esto no debe ocultarse bajo sensaciones subjetivas que tratan de imponer ciertos intereses comunicacionales”. Pero al mismo tiempo señala: No “debemos conformarnos con estos logros aún parciales”, porque “el crecimiento económico no puede obtenerse a costa de un equilibrio ambiental necesario para una vida sustentable” y porque los “mecanismos de distribución deben ser ecuánimes y progresivos”.
Visitó a Chávez
Luego de esa reunión con parte del liderazgo evangélico argentino, la Presidente Cristina Fernández partió a Cuba el 12 de enero para una fugaz estadía en La Habana, donde almorzó con los hermanos Raúl y Fidel Castro, y visitó a Hugo Chávez, convaleciente desde hace un mes en la isla, cuando fue operado, por cuarta vez, de un cáncer; aunque finalmente no pudo verle.
En el hospital Cimeq, la Presidenta también estuvo con las hijas del mandatario venezolano, a quienes le dejó una Biblia para que le entregaran para su padre los directivos de la FAIE. «Ésta es una visita de solidaridad y acompañamiento con quien es mi amigo, un compañero que ayudó tanto a la República Argentina cuando nadie la ayudaba», dijo Cristina a periodistas al salir, del hotel Nacional de La Habana.