(Fuerza Latina/ VyV – ERITREA).-
Belay Gebrezgi Tekabo, murió en Eritrea tras serle negado tratamiento médico en un hospital de la ciudad Dekemshare, simplemente porque éste era cristiano.
El hombre de 30 años había sido arrestado por orar y leer la Biblia, pero al diagnosticarle una enfermedad, acordaron que podía recibir tratamiento médico si firmaba una declaración que confirmara que se retractaba de su fe en Jesús.
Tekabo, es sólo una de los más de 45 cristianos que se mantienen en circunstancias terribles en Eritrea a causa de su fe en Jesús. Según la organización cristiana Puertas Abiertas, hay una campaña financiada por el gobierno local para detener a los cristianos.
Desde el 2002, el gobierno decretó que los grupos religiosos deben registrarse para tener autorización para trabajar en el país, pero ninguna de las solicitudes de registro han sido aceptadas, lo que legitima la detención de los cristianos.
Se estima que más de 2.800 personas son detenidas sólo por ser cristianos. En este mes que pasó, unas 17 personas fueron detenidas, en la ciudad de Keren, sin que se les permitiera recibir visitas.
Desde mayo del 2002, el gobierno de Eritrea, ha reconocido oficialmente a la Iglesia Copta de Eritrea, el islam sunní, a la Iglesia Católica y a la Iglesia Evangélica Luterana. Todas las otras religiones y denominaciones están obligadas a someterse a un proceso de registro.
El sistema de gobierno de registro, requiere que los grupos religiosos tengan que someter la información personal sobre sus miembros para que se les permita operar. Las pocas organizaciones que han cumplido con todos los requisitos de registro aún no han recibido reconocimiento oficial.
África continúa siendo un continente perseguido y aún así, cada día son más las personas que confiesan a Jesús como su único Señor y Salvador. La gloria de Dios no tiene barreras y en las peores situaciones siempre está allí para darte paz.
Jesús dijo que los cristianos serían perseguidos por su causa: «Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados serán ustedes cuando por mi causa los insulten y persigan, y mientan y digan contra ustedes toda clase de mal. Gócense y alégrense, porque en los cielos ya tienen ustedes un gran galardón; pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes» (Mateo 5:10-12, RVC).