La Biblia enseña que los cristianos padecerán persecución por causa de su fe. Serán despreciados, porque sus vidas piadosas contrastan con los antivalores del mundo

“Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:10). Este pasaje es una de las ocho bienaventuranzas que Jesús enseñó en su famoso discurso: El Sermón del Monte.
En el reino de los cielos, los bienaventurados son las personas felices en el espíritu, porque tienen la certeza y la convicción de que con sus vidas piadosa alcanzarán las promesas de Jesucristo. Así pues, los perseguidos por causa de Cristo deben estar alegres, porque recibirán la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman (Apocalipsis 2:10).
Hoy día, en pleno siglo XXI leemos con horror la matanza de cristianos en los países con fundamentalismo islámicos. (Movimiento religioso y político de masas que pretende restaurar la pureza islámica mediante la aplicación estricta de la ley coránica a la vida social. DRAE).
Los musulmanes pueden pagar con persecución, expulsión, sufrimiento y muerte la apostasía del Islam para convertirse a Cristo. La cadena de noticias CNN publicó recientemente, que un tribunal sudanés condenó a muerte a una mujer embarazada, Meriam Yehya Ibrahim, de 27 años, luego de que ella se negara a retractarse de su fe cristiana. Según Amnistía Internacional la mujer también fue condenada a 100 azotes por adulterio, debido a que su matrimonio con un hombre cristiano es considerado nulo bajo la ley musulmana. El tribunal, que la declaró culpable le dio un plazo para retractarse de su fe cristiana, algo que ella se negó a hacer. Según su abogado, Ibrahim dijo: “Yo soy cristiana y voy a seguir siendo una cristiana”.
Jesús nunca les creó falsas expectativas a sus discípulos, jamás los engañó, ni manipuló para que le siguieran, Él dijo: “…os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre” (Marcos 13:9). “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre” (Mateo 24:9). “… mas el que persevere hasta el fin, este será salvo” (Marcos 13:13).
Quizás, ni tú ni yo estemos padeciendo discriminación por causa de nuestra fe, pero es innegable que millones de cristianos en el mundo están muriendo por su fidelidad a Cristo. Cabe la pregunta: ¿Estás dispuesto a padecer por Jesús? La Biblia enseña que los cristianos padecerán persecución por causa de su fe (2ª Timoteo 3:12). Serán despreciados, porque sus vidas piadosas contrastan con los antivalores del mundo: Hombres tildados de idiotas, porque no practican la deshonestidad; niños víctimas de acoso escolar, porque oran antes de recibir sus alimentos; heroínas de la fe como Meriam Yehya Ibrahim, prefieren morir antes que negar a Cristo. La Biblia dice: No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo (Juan 14:27) más bien, “gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos…” (Mateo 5:12).
Liliana González de Benítez
Periodista y autora
lili15daymar@hotmail.com