De tiempo en tiempo, las tormentas llegan a nuestras vidas y cuánta falta nos hace la fe. Cuando enfrentamos situaciones de peligro, en las que pensamos que Dios nos ha abandonado, que no se acuerda de nosotros y que no le importan nuestros sufrimientos, el tiempo parece interminable y nos parece que no llegaremos a ningún puerto. Y es que cuando arrecia la tormenta no podemos divisar la orilla. Esta sólo es visible a los ojos de la fe.
Es entonces cuando nos damos cuenta de nuestras limitaciones y la necesidad de Dios en nuestras vidas. Jesús en la barca de nuestra vida es la certeza de que llegaremos a la otra orilla llevando en nuestro interior el tesoro del poder de la fe.
Clamamos a Dios por tantas cosas y nos olvidamos de pedirle fe. ¡Creamos en Dios y pidamos este precioso don! ¡Pongamos nuestra confianza en Dios! Sabemos que los seres humanos fallamos y esto nos produce temor. Pero la fe en Jesucristo resucitado nos hace exclamar aún en medio de las pruebas: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13).
Es claro que Dios recompensa a los que le buscan y los bendice con Su amor. Llama dichosos a los que creen sin ver. ¡Dios nunca nos abandona! Al contrario, nos dice: «¡Todo es posible para el que cree!» (Marcos 9:23).
Son muchas las cosas que ocupan nuestros pensamientos, es cierto. La mayoría de éstas son importantes y debemos darles su debido tiempo. Pero de todas, ninguna es más importante que la fe en Dios.
La fe es el medio por el cual una persona se apropia de los recursos de Dios, se vuelve obediente a lo que Dios prescribe, abandona todo interés egoísta y empieza a confiar plenamente en Él.
Jesús dijo: «Tengan fe en Dios. Pues les aseguro que si alguien le dice a este cerro: ‘¡Quítate de ahí y arrójate al mar!’, y no lo hace con dudas, sino creyendo que ha de suceder lo que dice, entonces sucederá. Por eso les digo que todo lo que ustedes pidan en oración, crean que ya lo han conseguido, y lo recibirán» (Marcos 11:22-24a).
¡Alcancemos nuestros imposibles! ¡Experimentemos el poder de la fe en Jesucristo en nuestras propias vidas!
¡Vivamos una vida al 100%!
Rubén Kassabián
Pastor
devocional@jesus100x100vida.org