Home / Opinion / Vida en la Palabra: El que sepa leer que lea

Vida en la Palabra: El que sepa leer que lea

Actualmente, el «bachaqueo» es el oficio más lucrativo y de mayor crecimiento en Venezuela. La escasez de productos básicos, la regulación de precios, la inflación y el control de cambio han provocado que muchísimas personas dejen sus empleos o medios de subsistencia para bachaquear. Ya se ha vuelto algo cotidiano la formación de largas filas humanas desde la madrugada hasta muy entrada la tarde en los supermercados y farmacias del país. Cabe destacar, que el «bachaqueo» es una actividad delictiva que consiste en comprar y revender productos de primera necesidad, subsidiados y regulados por el Estado, con el fin de obtener márgenes de ganancias que superan hasta diez veces el valor del producto regulado.
En otras palabras, el que bachaquea es un delincuente que se beneficia ilícitamente de la necesidad ajena. En el país no sólo bachaquea la clase social más desposeída sino también el profesional y el empresario. Es tan delincuente el que compra un kilo de arroz a  Bs. 26 y lo vende a Bs. 300, como el que vende su cupo electrónico para obtener ganancias excesivas, incluyendo a los vendedores de dólares y los prestamistas.
El que tenga oídos, que oiga; y el que sepa leer, que lea. La Biblia enseña: «los que quieren enriquecerse caen en la trampa de la tentación, y en muchas codicias necias y nocivas, que hunden a los hombres en la destrucción y la perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual algunos, por codiciarlo, se extraviaron de la fe y acabaron por experimentar muchos dolores» (1ª Timoteo 6:9-10. RVC).
Dios estableció mandamientos sobre la usura y los usureros: «Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura» (Éxodo 22:25). «No tomarás de tu prójimo usura ni ganancia, sino tendrás temor de Dios…» (Levítico 25:36-37). «No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés… para que te bendiga el Señor tu Dios en toda obra de tus manos…» (Deuteronomio 23:19-20).
Si temes al Señor apártate del mal, y obedece su Palabra. Dios no se complace con los que practican la avaricia y la usura; ellos arrastran para sí maldición. «Cuando el justo se aparta de la justicia cae en la maldad y muere, ¡pero muere por su maldad! Por otra parte, si el malvado se aleja de su maldad, y practica el derecho y la justicia, salvará su vida» (Ezequiel 18:26-27).

Liliana Daymar González
Periodista
lili_vidaenlapalabra@hotmail.com

About redaccion

Check Also

Dulce amargura, Teófilo Segovia Salazar

“Los remedios amargos son los mejores”, decían los abuelos para estimular a los niños que …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *