Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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El cielo enamorado está de la tierra;
Son tantos colores para enamorarla,
Son tantos amores para tenerla.
Sonrojada y herida espera por él;
Truenos, rayos, ternuras y centellas,
Mientras curiosos miran las estrellas
Los enamorados se funden en un abrazo,
Los polos se derriten cual cera en candela;
Los bosques se queman, ¡qué imprudencia!
Los políticos durmiendo, y el pueblo se queja;
Los animales muertos, ¿quién los entierra?
Un beso, y lágrimas se funden enamoradas,
El cielo y la tierra unidos se desgarran;
Las plantas mueren de tristeza y asfixiadas,
Un ciprés grita y grita, y la garza desesperada;
Nadie puede hacer nada, ¿Sirven las marchas?
Algunas conciencias engañadas disfrutan
Porque su arte egoísta los domina;
¿Y los niños, si, los niños; dónde están?
El cielo y la tierra nos conminan,
Sacando plásticos asesinos, ¡Allí la ruina!
Los ríos se quedan vacíos; ¿por ti?
Los mares sin navíos; ¿por mí?
¡El cielo y la tierra quieren vivir feliz!
El cielo dice: te doy mis colores.
La tierra dice: te doy mis amores.
Lágrimas corren, el mundo y sus errores.
Harold Paredes Olivo
Pastor y Comunicador