Son elementos fundamentales para una buena y duradera relación entre personas, ya sea matrimonial, de trabajo o entre amistades

Colosenses 3:12-13, “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”.
El perdón y el compromiso son elementos fundamentales para una buena y duradera relación entre personas, ya sea matrimonial, de trabajo o entre amistades. Y, sobre todo, entre el pueblo de Dios.
Perdonar y estar comprometido es de Dios, ya que Él está abierto a perdonarnos y comprendernos siempre.
Cuando nadie nos comprende y mucho menos nos perdona; Él lo hace, porque su amor sobrepasa toda ofensa y barrera.
Cuenta la Sra. Lisa M. Samra en la siguiente historia que: “¡Ochenta años de matrimonio! Los tíos abuelos de mi esposo celebraron este hito asombroso el 31 de mayo de 2021. Tras un encuentro casual en 1941, cuando ella todavía estaba en la escuela secundaria, la joven pareja tenía tantos deseos de casarse que se fugó el día después de la graduación. Ambos creen que Dios los unió y los ha guiado todos estos años”.
Esta pareja coincide en que una clave para sostener su relación durante tantos años ha sido la decisión de elegir perdonar. Todos los que mantienen una relación saludable y sana comprenden que, usualmente, es necesario perdonar por las formas en que se hieren unos a otros, ya sea con palabras duras, promesas incumplidas o tareas olvidadas.
El perdón libera al infractor y al que fue víctima de la infracción.
Y el compromiso hace entender al infractor que actuó mal y que no debe volverlo a hacer.
En el pasaje bíblico que leímos al principio, ayuda a los creyentes en Jesús a vivir en unidad, Pablo se refiere al papel fundamental del perdón. Después de instar a sus lectores a vestirse de «misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia» (Colosenses 3:12), los alienta a «[perdonarse] unos a otros si alguno tuviere queja contra otro» (v. 13). Y lo más importante, es que todo sea guiado por el amor (v. 14).
Así podemos ver que esta clase de relaciones son una bendición. Que Dios nos ayude a cultivar relaciones saludables caracterizadas por el amor y el perdón.
Que tengas un excelente y bendecido día.
Julio Reyes
Pastor