Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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Es tan desagradable responder antes de oír como no oír en absoluto. Estos son definitivamente malos hábitos
“Al que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio” (Proverbios 18:13).
Un hombre trataba de aclarar una situación en la que estaba involucrado y en eso llegó una dama como una tromba tratando de desmentirlo, pero quedó mal, pues no sabía de qué hablaban. Hay quienes reclaman u opinan sin conocimiento de causa. Seguro conoces algún caso.
Nuestro proverbio de hoy nos enseña que es tan desagradable responder antes de oír como no oír en absoluto. Estos son definitivamente malos hábitos que describen a una persona que funciona como un gatillo en una escopeta vieja, no es capaz de detenerse.
Hay una diferencia entre responder y reaccionar. Conozco algunas personas que si las tocas por la espalda saltan o lanzan un manotazo. Este es el tipo de respuesta no muy refleja que debemos evitar o erradicar en la vida. Muchos se han acostumbrado a responder así, impulsiva e irreflexivamente, incluso, cediendo a la provocación. Cometen el mismo error para luego sentir remordimiento. Es natural que se equivoquen, pues saltan a la conclusión obviando los argumentos.
Pero, ¿qué tal si somos nosotros los que obviamos el proceso y saltamos a la conclusión? Una traducción personal de la versión en inglés Easy to Read Version de este versículo dice: “Deja que el que habla termine para que respondas. De esa forma no te avergonzarás a ti mismo y no te verás como un tonto”. Bueno, eso coloca la afirmación de este lado y la convierte en una exhortación.
Por tanto, nuestra gota es como una espada de dos filos, corta de lado y lado. Es una descripción y a la vez una exhortación. Decidamos lo que será hoy para nosotros y aprendamos la lección que nos convenga.
Eduardo Padrón
Pastor, comunicador y escritor
edupadron@gmail.com