En este momento histórico de nuestra América Latina requiere y demanda de una iglesia bendecida pasar a la fase de ser partida y repartida
“Él les dijo: ‘Traédmelos acá’. Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud” (Mateo 14:18-19).
El llamado a la salvación y al servicio de Cristo por medio de servir a nuestro prójimo tiene sus múltiples aristas o lados.
Todo hombre o mujer llamado al ministerio experimentará:
Ser llamado y separado al servicio a Dios por medio de una palabra del Eterno DIOS, tendrá implícito la promesa o promesas de Dios. Todo llamado estará atado a una promesa y la promesa estará atada al proceso formativo para alcanzar el fin y estado final de su llamado. Hoy todos queremos ser llamados a realizar cosas extraordinarias, pero no queremos el proceso-formativo, ya que este trae consigo dolores de partos como lo describió Pablo, como también habló que el peso de la gloria venidera es antecedido por el personal de aflicción o tribulación (Romanos 8:18; 2ª Corintios 4:17).
* Abraham, llamado, procesado y alcanzó la promesa (Hebreos 6:11-15).
* José, fue llamado, procesado y establecido, y alcanzó el sueño que le fue revelado. Entre su llamado y su realización pasó por el duro proceso. Muchos al recibir el llamado es como bailar de alegría con el vestido de colores que entregó Jacob a José, a los días sus hermanos se los rompieron y mancharon de sangre de un cordero. Luego recibió varios vestidos hasta recibir el vestido de lino, el collar de oro y montado en la mula de Faraón. Largo camina resta a muchos para que lleguemos a sentarnos en la mula de Faraón.
* Israel fue llamado, libre de Egipto, procesado en el desierto para luego ser introducido al cumplimiento de la promesa. Entrar a la tierra prometida fue un proceso.
* Saúl fue llamado, proclamado, pero no llegó a ser establecido por su desobediencia.
* David fue llamado, proclamado y establecido (DAVID FUE PROCESADO).
* Al estudiar los patriarcas, los reyes y profetas encontrarás esa constante y denominador común: llamado-proceso-promesa alcanzada.
* Jesús y sus apóstoles experimentaron la aplicación del trato divino. Jesucristo nos habló del grano de trigo y su proceso de germinación. Muerte que produce vida (Juan 12:24-26).
El relato bíblico de la multiplicación de los panes y los peces. Es elocuente y gráfico. Más que alimentar la multitud y multiplicar los recursos en medio de la carestía, fue la lección dada a sus discípulos hasta nuestros días.
- La multitud del relato es similar a las de hoy, tienen múltiples necesidades espirituales, emocionales y sociales que oprimen al ser humano (multitud con tres días sin comer).
- Dios llama y escoge hombres y mujeres que traigan respuestas y soluciones a las necesidades de sus congéneres (desafió: “Denle ustedes de comer”).
- La prueba máxima del liderazgo es: qué hacer cuando las demandas son superiores a sus recursos (cinco panes y dos pececillos y una multitud de cinco mil hombres sin contar mujeres ni niños).
- Traer tus recursos a Jesús.
- Visión-equipo-planificación-organización-ejecución- evaluación y relanzamiento.
- Bendecir en gratitud activa la creatividad y la multiplicación (declaración de tu fe ante Dios).
- Partir y repetir es el servicio a Dios y al prójimo en su máxima expresión.
- Cultivemos una mentalidad de provisión, es cuidar nuestra mente día a día. Nuestros mapas mentales determinan nuestra creencia y la creencia determina nuestra confesión de fe, que es nuestro disparador de acción y dirección.
Hoy, tenemos muchos líderes, ministros, empresarios y cristianos que anhelamos ser multiplicados, pero no queremos ser partidos, ni mucho menos repartidos.
Solamente los procesados no ponemos como aquellos panes de una manera incondicional en las manos del que nos llamó a su santo ministerio. Seremos muy BENDECIDOS, al ser tocados por la palabra de bendición del Eterno, entraremos en promoción, recibir un mandato, pero el acto segundo, ser multiplicados y útiles, es servir a otros; PARTIDOS Y REPARTIDOS.
Estudiemos el proceso de LA SEMILLA de trigo a pan, esa figura la usó el profeta Isaías en su libro (cap. 53:4-5). Refiriéndose al Mesías Rey: “Molido por nuestro pecados”,
El trigo cae a tierra y muere sufriendo un cambio; la germinación, luego su proceso de crecimiento y dar fruto, cosechado, apaleado, venteado, que es ser separado de la paja, luego molido, amasado, moldeado y metido al horno entre 300 a 400 grados dependiendo el tipo de pan (proceso).
Jesús se identificó como el pan de vida (Juan 6:41). Habló de su cuerpo ser partido como pan al dar su vida en rescate de muchos (1ª Corintios 11:24).
En este momento histórico de nuestra América Latina requiere y demanda de una iglesia bendecida pasar a la fase de ser partida y repartida, que traduzca esta figura con la máxima expresión del amor a Dios manifestado por medio de servir a nuestros hermanos en la fe y a nuestro prójimo.
Un discípulo directo del apóstol Pablo y apóstol Juan dijo: “Soy trigo de Dios y he de ser molido por los dientes de las fieras, para llegar a ser pan limpio de Cristo”. Murió en Roma en el 107 d.C, Ignacio Obispo de Antioquía, mártir de Cristo.
Dr. Luis Tovar
Apóstol
apostoltovarluis@hotmail.com