“Más allá de las dádivas a pastores e iglesias, el gobierno debe avocarse a garantizarle a la población en general una seguridad social que les ayude a vivir dignamente”, coinciden los pastores consultados

(Verdad y Vida).-
REDACCIÓN.- La cada día más grave crisis venezolana, aunado al miserable ingreso salarial de la inmensa mayoría de la población está afectando de manera dramática a la casi totalidad de las iglesias cristianas a nivel nacional.
Como medio de comunicación realizamos un sondeo con decenas de pastores de diferentes ciudades del país y con membresía de diferentes estratos sociales y todos coincidieron en que los bajos salarios de su feligresía están afectando notablemente el mantenimiento y normal funcionamiento de las congregaciones, ministerios y fundaciones de carácter social que manejan.
Desde siempre la Iglesia Cristiana se ha sostenido con aportes voluntarios de su feligresía para su normal funcionamiento, pero en Venezuela se ha hecho cuesta arriba porque la mayoría recibe ínfimos salarios que no les alcanzan ni para adquirir los alimentos diarios, razón por la cual han mermado ostensiblemente los aportes a las iglesias.
Cuando a una congregación no ingresa lo suficiente para su normal funcionamiento, estas hacen severos recortes que afectan la manutención de quienes sirven a tiempo completo, su labor de expansión, renovación de equipos obsoletos o dañados y, sobre todo, su importante y necesaria labor social.
Para nuestra sorpresa, los pastores consultados coinciden en que “más allá de darles a muchos pastores el modesto bono “El buen pastor” y las contadas y pocas ayudas a través del programa “Tu iglesia bien equipada”, el gobierno debe avocarse a garantizarle a la población en general una seguridad social que les ayude a vivir dignamente”, lo cual tiene muchos años que no sucede en Venezuela.
“A Venezuela le urge un cambio en las políticas económicas y sociales, pues si no hay un cambio la situación de la población seguirá siendo precaria y miles de miembros de nuestras iglesias seguirán emigrando, lo cual trae división a las familias y desmembramiento de la Iglesia del Señor a nivel nacional”, señalaron los pastores consultados.◄