Los transespecies podrían salvarse, si desde ya abandonan la irracionalidad, esa vanidad que les nubló la mente, haciéndose sabios en su propia opinión y reciben a Cristo como Señor y Salvador

“Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra” (Salmo 9:8-10. RVR60).
El boom transespecie habla de seres humanos que no se identifican como seres humanos, sino como animales. La redundancia es adrede; porque podemos decir: personas que se consideran perros, gatos, vacas, conejos, etc. ¿Cómo es posible que un ser humano se considere animal? Esto ocurre en el mundo porque sinceramente la gente consume basura, tanto por las redes sociales como por lo que ingiere; es decir, la contaminación es tal que, lo que se considera sano para comer no lo es.
Horas atrás, se pudo ver en una red social presuntamente un grupo de jóvenes ladrando, aullando o ululando cual perro de raza en un país europeo. Hace unas semanas, escuchamos a un joven decir: “Yo me autopercibo sordomudo”. ¿A dónde vamos a parar con la juventud de hoy? Gente que debería denotar madurez, se comportan como individuos irracionales.
Este nuevo colectivo no solo se considera un “ser orgánico que vive, siente y se mueve por propio impulso”, esta es la primera definición de animal que da la RAE; sino que algunos creen ser animales mitológicos. En otras palabras, la gota que faltaba que rebosó el vaso. El mundo gira de forma desenfrenada, ahora nadie quiere atreverse a decir una frase para que los “nuevos animales” no se ofendan. ¿Se está perdiendo la sabiduría en el planeta de los terrícolas? Entonces, vendrán los alienígenas desbordantes en sabiduría para reconducir a la población.
“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre” (Santiago 3:13. RVR60). Estamos cerca de un caos mundial, un nuevo reino se ha establecido con sigilo, aunque en el presente hace mucho ruido. Todos sabemos que el reino animal junto al reino vegetal, son vitales para subsistir; sin embargo, ¿qué beneficios trae autopercibirse un nuevo integrante de estos reinos? No tardaremos en escuchar: “Soy un roble”, y otro dirá: “Soy una motosierra”.
Por ello afirmamos que lo que estamos viendo por las naciones es una sabiduría terrenal, animal y diabólica; no viene de Dios. La Biblia habla de Saraí, mujer de Abraham diciendo: “Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella” (Génesis 17:16. RVR60). Es decir, Dios no le dijo tendrás animales o seres que en el futuro se considerarán bestias; sino te daré un hijo.
¿Cómo se reproducen los animales según la ciencia? “Todas las especies animales se reproducen sexualmente (algunas solo por partenogénesis), con gametos de tamaño muy diferente (oogamia) y cigotos (ciclo diplonte). Algunas pueden, además, multiplicarse asexualmente. Son típicamente diploides” (Vía internet). ¡Esto que se avecina se pone más interesante, y no es un chisme, eh!
¿Comprendemos por dónde van los tiros? Lo que buscan estos “nuevos animales”, que de animales normales no tienen nada; es que su creación de pseudo animalia sea una desbordante manifestación sexual por las calles, avenidas o por cualquier lugar a donde se les antoje tener sexo, porque se mueven por un impulso satánico que les hace pensar que su reproducción tiene que ser semejante a cualquier animal del verdadero reino animal. Pues, ¿qué pasará con los niños y niñas que observarán esto por todas partes? Asimismo, ¿los medios de comunicación y las redes harán eco de tales atrocidades? Aunque suene abrumador, desquiciado y exagerado de nuestra parte; hacia allá va la cosa.
El ser humano ya está envuelto en una orgía mundial; aún no se ve, y los cristianos dormidos en sus eventos para marcar tarjeta como si estuviesen en un gran club social, están permitiendo que todo el mal se cuele como lo han planificado y como les ha venido en gana. “Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen” (1ª Corintios 2:6. RVR60). Sabemos qué debemos hacer cuando llegue el día malo, ¿sabemos? Actuemos con la sabiduría que no es de este siglo, queda mucho por hacer, y millardos a quien salvar. Nosotros le creemos a Dios, ¿y usted?
“El hombre vano se hará entendido, cuando un pollino de asno montés nazca hombre” (Job 11:12. RVR60).
¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Ninguna, no existe cosa imposible para el Eterno Dios de Israel. Él hizo que un par de viejos tuvieran un varón, Abraham y Sara fueron bendecidos con Isaac; no hubo ninguna intervención de la ciencia moderna; la física cuántica cada vez más certifica que Dios es Dios, podríamos decir que fue un salto cuántico en la tierra aquel día cuando dos ancianos procrearon a otro ser humano; y no un animal que se percibía el primer cordero a ser sacrificado.
“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?” (Juan 3:3-4. RVR60). Nicodemo era un hombre vano que le faltaba entendimiento, aquel erudito era un pollino de asno montés, sin lugar a dudas. La gente sin la guía del Espíritu de Dios anda perdida por todo el mundo, esta se comporta como otro integrante de animalia. Los transespecies podrían salvarse, si desde ya abandonan la irracionalidad, esa vanidad que les nubló la mente, haciéndose sabios en su propia opinión. Nicodemo dejó atrás toda irracionalidad.
“…Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado” (Romanos 10:8-10. RVR60). Cuando creemos y obedecemos los preceptos del Eterno jamás llegaremos a convertirnos en seres movidos por un impulso animal, terrenal y diabólico. Lo que se avecina será la más grande expresión de sodomía, de depravación que se haya visto en la tierra.
Los transespecies no podrán ir al cielo, Jesucristo lo dijo muy claro: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Ah, entonces, ¿con sólo decir soy cristiano, basta? ¿Puedo ir vestido de animal, considerarme animal y alabar como las aves del campo en la iglesia? No, porque quien se entrega a Cristo muere al viejo hombre animal, y permite que el nuevo hombre interior se desarrolle progresivamente hasta que llegue a la estatura de un hijo e hija de Dios. Todo lo que vemos hoy tiene que ver con la hipersexualidad, depravación oscura y dura en su más alta expresión, hedonismo globalizado.
¡Maranatha, Cristo viene! ¡Cristo viene, Maranatha! Así que, “El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene. La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros” (1ª Corintios 16:22-23. RVR60).
En conclusión, que nadie sea un animal al regresar el Mesías, porque dura cosa en caer en las manos del Dios vivo. Sí, Él es amor; pero también fuego consumidor de todo lo malo; sí, Dios.
Harold y Mileidy Paredes
Pastores
haroldwjparedes@gmail.com