Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
Related Articles
En lugar de rechazo, musulmán se dio cuenta de que Jesús le mostró compasión, misericordia y amor. Allí Nasser entendió que el Hijo de Dios no solo era un profeta, como enseña el islam, sino Dios encarnado
(NC – Verdad y Vida).-
Nacer en un hogar religioso no es garantía de comprensión de lo que profesas. Es por eso que muchos cambian a lo largo de la vida, después de una búsqueda personal de la verdad. Esto sucedió con el entonces musulmán Nasser al’Qahtani, oriundo de Arabia Saudita.
Nasser fue educado de acuerdo con la doctrina islámica y creció con el deseo de convertirse en yihadista. Es decir, alistarse en uno de los grupos islámicos extremistas, como el Estado Islámico, para luchar por la Jihad, o “Guerra Santa”, contra los llamados “malvados” que no aceptan someterse al islam.
Pero Nasser y su familia se mudaron a Estados Unidos en la década de 1990, cuando aún era un adolescente. “Dios tenía otros planes para mí”, dijo en un video de Your Living Manna, según información de God Reports.
A pesar del cambio, el joven musulmán se dedicó no solo a continuar con sus prácticas musulmanas, sino también a predicar y tratar de atraer a otros al islam. En su opinión, el cambio no habría ocurrido por casualidad. Todo habría sido parte de un plan más grande.
¿Qué iba a hacer? Estaba rodeado de infieles. O haces una guerra contra ellos o tratas de llevarlos al islam de otra manera. Pensé que Alá me había traído aquí para evangelizarlos”, recuerda.
Pero, la vida de Nasser comenzó a verse afectada cuando conoció a una joven cristiana llamada Daisy y comenzó a salir con ella. Pasaron los años y se casaron. Nasser trató de llevarla al islam, pero ella se mantuvo firme su fe en Jesucristo.
Con el tiempo, Nasser comenzó a considerar el extremismo. Se veía a sí mismo como un transgresor de su fe, alguien que solo tendría la oportunidad de llegar al paraíso si daba su vida por Alá, en medio de una guerra. Fue en este contexto que Daisy lo invito a ir a una iglesia, y curiosamente aceptó.
“Si voy al infierno, es mejor que averigüe qué hacen en la iglesia”, pensó en ese momento. “Pensé que era la cosa más satánica que había visto en mi vida, pero estaba tan atraído por seguir regresando por el amor que sentía allí”.
Dado que la palabra nunca vuelve vacía, el entonces musulmán Nasser fue atrapado en las verdades del evangelio de Jesucristo durante uno de los servicios en la iglesia, hasta que en un momento le pidió a Dios que le mostrara la verdad. Así fue como tuvo una experiencia sobrenatural.
“Inmediatamente tuve una visión. Todo lo que estaba delante de mí fue barrido y fui transportado a una colina rocosa, estaba miranda hacia abajo a un hombre que estaba siendo golpeado tan brutalmente que quedó irreconocible. Estaba siendo clavado en una cruz. Sabía que era Jesús”, dijo.
“Vi que levantaban la cruz y Él estaba allí, sangrando y luchando por respirar. Lo estaba mirando a los ojos. Me estaba mirando. Vio toda mi basura, las cosas escondidas en mi vida. Sentí una oleada de vergüenza”, dice Nasser.
Sin embargo, en lugar de rechazo, el musulmán se dio cuenta de que Jesús le mostró compasión, misericordia y amor. Allí Nasser entendió que el Hijo de Dios no solo era un profeta, como enseña el islam, sino Dios encarnado, para salvar a la humanidad de sus pecados.
“Me encontré confesando a Jesucristo como mi Señor, como mi Dios, como mi Salvador. Tan pronto como dije esa oración, inmediatamente sentí que un fuego caía sobre mí. Me sentí envuelto en esa increíble presencia que era pura paz, amor y pertenencia. Fue lo más increíble que he sentido en mi vida. Ese día, el que salió de esa iglesia no fue el que entró, recuerda.
Hoy Nasser es parte del Equipo de Líderes Globales de Multiply, una organización misionera que opera en el Medio Oriente y África, anunciando a Jesús. Su testimonio es uno, entre muchos otros, de personas que dejaron el islam para seguir el verdadero evangelio de salvación.
