Roberto, quien escuchaba atentamente, tuvo un profundo sentido de que Dios le estaba hablando directamente a su corazón y dio el paso
(Christian Aid – Verdad y Vida).-
Roberto (nombre cambiado por razones de seguridad) fue un guerrillero rebelde en Colombia hasta que optó por la libertad en Cristo, una decisión que lo llevó a la cárcel.
A los 24 años, había estado luchando por el grupo armado insurgente durante casi una cuarta parte de su joven vida cuando se topó con una multitud en una charla al aire libre en un parque municipal. El misionero nativo que se dirigió a la multitud habló de una manera sin pretensiones y de manera personal sobre su propio viaje de la violencia y agresión a la fe.
En su mensaje predicado el misionero invita a sus oyentes a abstenerse de hacer el mal como lo habían venido haciendo y, en cambio, los llamó a servir al Señor, quien tiene un gran propósito para cada uno de ellos.
Roberto, quien escuchaba atentamente, tuvo un profundo sentido de que Dios le estaba hablando directamente a su corazón y dio el paso.
En ese mismo instante puso su fe en la muerte de Cristo y la resurrección para el perdón de sus pecados, y poco después comenzó a asistir a los servicios de adoración con la congregación del propio misionero que les había predicado.
«Fue asombroso el cambio que Dios hizo en él», dijo el líder del ministerio nativo. «Abandonó a ese grupo criminal ilegal, intercambiando sus armas por la Biblia».
A partir de su conversión a Cristo, Roberto ha compartido su dramático testimonio en calles y parques, proclamando la salvación de Jesucristo e invitando a otros a abstenerse de hacer el mal y buscar al Señor. Recientemente; su devoción a la voluntad de Dios dio otro gran salto: decidió convertirse en policía para pagar legalmente los errores del pasado.
«Actualmente se encuentra en prisión, por lo que solicitamos oraciones para que pueda ser liberado pronto», dijo el líder del ministerio. La esposa de Roberto y su madre continúan congregándose en nuestra iglesia local, y están mostrando el fruto del extraordinario cambio que Dios hizo en él», señaló el misionero.
Al igual que los misioneros nativos en toda América Latina, los obreros del evangelio en Colombia trabajan en ciudades y selvas para llevar el mensaje de Cristo a los no alcanzados, incluidas las comunidades tribales que practican la brujería. Los trabajadores han visto a Dios cambiar sus vidas también.
«Ahora los pueblos tribales han aprendido que no es la naturaleza o las estrellas las que nos guían e influyen, sino el Señor Jehová que cambia los tiempos, las personas, sus diferentes actitudes y formas de vida», dijo. «Estos cambios se producen al escuchar y creer en la Palabra de Dios y la salvación del alma a través de nuestro Señor Jesucristo. Ahora muchos pueblos tribales predican y alaban al Dios eterno, y han dejado atrás los vicios del tabaco, la cocaína, la marihuana y las oraciones satánicas».
Al igual que las personas anteriormente no alcanzadas en toda América Latina, los nuevos cristianos se regocijan enormemente por poder evangelizar y ganar almas de sus propios pueblos tribales. Por favor, considere levantarse y llevar el mensaje de la salvación de Cristo a las almas perdidas en los países de la región, tal y como viene sucediendo en Colombia y otras naciones de nuestro continente.
La Biblia dice acerca de Jesús, de la urgencia de predicar el evangelio y la respuesta de quienes no son creyentes en el Señor: «…el mismo Señor es Señor de todos. Es generoso con todos los que le piden ayuda, porque “Todos los que confíen en el Señor serán salvos”. Pero, ¿cómo van a confiar en el Señor si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír de él si no hay quien les cuente el mensaje? ¿Y cómo van a contar el mensaje si no hay quien los envíe? Como está escrito: “¡Son tan hermosos los pies de los que anuncian las buenas noticias!”… Así que la fe es el resultado de oír el mensaje. La gente oye el mensaje cuando alguien le habla de Cristo» (Romanos 10:12-17. PDT).
Dios tiene el poder para transformar el corazón más duro y al más grande pecador si se le predica las buenas noticias de Cristo, es la misma Palabra de Dios la que trae luz y salvación a los perdidos, como el caso del ex guerrillero Roberto. Lo único que hace falta es llevar el mensaje del evangelio, de lo demás se encarga el Espíritu Santo.◄