
En el mundo podemos encontrar esta frase utilizada en diversos artículos, entre los más conocidos encontramos el jugo nutritivo, un lubricante, un detergente, entre otros. También sabemos que, el ser humano creado por Dios a su imagen y semejanza (Génesis 1:27), está conformado por cabeza, tronco y extremidades (3 en 1). Así mismo, una “taza de café” (uno) preparada con tres ingredientes: café, agua y azúcar; donde cada uno tiene su importancia única y medida especial.
Podemos tener un café descafeinado o una azúcar edulcorante o agua mineral, lo más destacado en esto es que el uno resultante tendría características dietéticas, únicas y especiales. Esto lo hace excepcional. Igualmente, las personas de condición ósea especial que, sin algunas o ningunas de sus extremidades, han desarrollado un estilo único para vivir. Logran conducir vehículos, participar en eventos deportivos y desarrollar una vida cotidiana, esto por supuesto requiere un entrenamiento y disciplina.
El hombre (3 en 1) por ejemplo tiene la habilidad de sujetar. Las personas excepcionales son capaces de desarrollar esa destreza, aunque sea con el hombro y la cara o la boca. De Igual manera, la taza de café o cualquier producto definido como tres en uno, donde cada componente debe estar de alguna manera presente.
En la Palabra de Dios, escrita en la Biblia también nos hace referencia a diversos usos del tres en uno. Por ejemplo, la enseñanza para un matrimonio en Eclesiastés 4:12, cuando se hace referencia a un cordón triple no se rompe tan pronto, donde se nos instruye que, en el matrimonio, Dios debe estar en medio de ambos y así, cuando vengan las dificultades puedan encontrar soluciones a la luz de Su Palabra. Cabe destacar que, Dios es Dios, el matrimonio de la pareja es legal, pero el verdadero tres en uno será construir una familia a la luz de las escrituras.
Nuestro Padre celestial nos formó trino, así nos enseñó Jesús en Mateo 22:37 RV60 “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”. Igual que en Génesis 1:27. Debemos amar al Señor con todo nuestro ser para ser un verdadero 3 en 1. No podemos amarle solo con el corazón o solo con alma y mente. Así mismo, para amar y vivir en Cristo señalado en 1ª Corintios 13:13 “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. No podemos permanecer en Cristo solo con fe, o con esperanza y amor, es vital los tres componentes para poder resistir en todo y llegar a ser ese tres en uno.
El apóstol Juan nos muestra en las Escrituras en Juan 1:1-3,14 que Dios también es trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo; en donde cada uno tiene la misma esencia de Dios. Esto es un 3 en uno sobrenatural, donde cada componente está hecho de la misma sustancia Celestial. Para hablar de Dios, debemos tener presente el 3 en 1. Dice la Palabra en Juan 17:20-23 NBV: “No ruego solo por estos, sino también por los que van a creer en mí por medio del mensaje de ellos. Te ruego que todos estén unidos. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que me diste, para que estén unidos, así como nosotros estamos unidos, yo unido a ellos y tú unido a mí. Permite que ellos lleguen a la perfección en la unidad, así el mundo reconocerá que tú me enviaste, y que los amas a ellos tal como me amas a mí”. Jesús quiere que seamos uno con Él, con toda su gloria, así como Él lo es con el Padre. El Perfecto 3 en uno que llegaremos a ser cuando Jesús venga por sus Iglesia: la conformada por hermanos en Cristo, siendo hijos fieles al Señor y la futura esposa del Cordero. Haz de Jesús tu Rey, Señor y Salvador de tu vida.
Julio Almedo
Informático