(Pulso Cristiano).-
El ex embajador argentino en Arabia Saudita, Luis Mendiola, se refirió al «riesgo de desaparecer» que tienen los cristianos en Medio Oriente. «Nunca antes en la historia el cristianismo pasó por un momento tan malo como el de ahora», señaló el diplomático argentino al afirmar que «el daño es monstruoso», aunque precisó que «el hecho de la expulsión no es lo único, sino la barbarie» con que son tratados los cristianos.
Mendiola, que fue embajador en Arabia Saudita entre 1996 y 2005, se refirió al grupo terrorista ISIS (también conocido como Estado Islámico o Daesh) y la «forma infame en que atacan hospitales donde está la misma gente de ellos», al analizar el drama de los refugiados sirios que escapan de la guerra.
En los cinco años de guerra civil en este país de Medio Oriente, las cifras de muertos van de 300 mil a 500 mil, precisó Mendiola, al estimar un «número desconocido de heridos», considerando una población de 22 millones de personas, 11 millones de las cuales «han abandonado sus ciudades y pueblos para convertirse en refugiados».
Según el ex legado argentino, se trata de una «migración forzada, una de las mayores de la historia», sólo superada «por el número de afectados» durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial en Europa del este, entre fines de 1944 y mediados de 1946.
En su razonamiento, el dirigente argentino sostuvo que «los triunfos iniciales» del grupo terrorista «contra el régimen de Siria» hicieron pensar que eran invencibles; sin embargo «durante 2016 hubo una inversión de la tendencia, con recuperación de territorios y la pérdida de posiciones estratégicas que hacen pensar que los seguidores de ISIS no son invencibles».
Explicó, además, que el conflicto entre el Gobierno de la dictadura siria y la oposición, «se asemeja a otras guerras civiles del presente o del pasado», ya que tanto unos como otros «han recibido apoyo exterior y las potencias universales han desplegado su poderío militar y estratégico».
Según Mendiola, «todos los países árabes contiguos» a Siria, «rechazan» el objetivo de instalar un califato uniendo los territorios de Irak y Siria con una superficie estimada de 620.000 kilómetros cuadrados.◄