Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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(Mundo Cristiano – WASHINGTON).-
Recientemente el mundo celebró un hecho histórico: La caída del Muro de Berlín. Este acontecimiento no sólo detonó el desplome del comunismo soviético sino que abrió las puertas al cristianismo en Europa. El jefe de Corresponsalía Internacional de CBN News, Gary Lane, estuvo ahí en el preciso instante en que ocurrió la historia y ahora recuerda cómo fueron esos momentos.
Era el día que muchos en Berlín esperaban…
Caían lágrimas de alegría…
Hubo gritos y aplausos…
El Muro de Berlín estaba cayendo.
En lugar de mantener a la gente afuera, los comunistas construyeron el Muro en 1961 para evitar el ingreso a los alemanes del este. 26 años después, el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan lanzó un desafío…
“¡Señor Gorbachov, derribe éste muro!”, ordenó Reagan el 12 de junio de 1987.
El 9 de noviembre de 1989, el Gobierno de Alemania del Este finalmente cedió y permitió a su pueblo viajar al oeste de Berlín.
Lane estaba en Alemania Occidental en ese momento produciendo varias historias para CBN News…
“¿Qué posibilidades hay de que otros muros aparezcan? No estructuras físicas como ésta, sino muros de resentimiento y desconfianza económica”, reportó Lane el 10 de Noviembre de 1989.
“Ese fin de semana en Berlín, mientras el muro empezó a caer y la gente empezó a pasar, mi camarógrafo y yo estábamos sorprendidos por lo que veíamos. Ninguno creía que en nuestras vidas veríamos caer el Muro de Berlín, pero pensábamos si ese era realmente el fin del comunismo soviético o solo un momento de libertad pasajera para la gente tras la Cortina de Hierro”, relató Lane.
Cuatro meses después Lane tuvo el privilegio de producir un reportaje con dos grandes líderes cristianos -Pat Robertson y Billy Graham- caminando por los restos del Muro de Berlín…
“Ahora esta gente puede venir en libertad. ¡Es un gran día para Alemania!”, expresó Robertson, cuando se dio el hecho histórico.
“Y les diría a todos, vamos detrás de Pat en Europa Oriental… El Señor no dijo sólo vayan a los países capitalistas. Él dijo que fuéramos a todo el mundo y esto es para nosotros. Significa el mundo comunista y cualquier otra área donde podamos llegar”, comentó Graham, en ese momento.
Ambos predijeron una ventana de oportunidades para compartir el evangelio en Europa Oriental y que la Unión Soviética sería efímera.
25 años después, la asistencia a las iglesias ha aumentado y los cristianos en las ex Repúblicas Soviéticas, incluso en Ucrania, enfrentan persecución.
Ahora 25 años después de la caída del muro de Berlín, podría comenzar a crearse una nueva división entre el este y el oeste. La pregunta es, ¿si Estados Unidos y Rusia llegarán a enfrentarse en una nueva Guerra Fría, o algo peor?
Derribar el muro
(David C. McCasland – Escritor).-
«Así los consoló, y les habló al corazón» (Génesis 50:21).
Después de la Segunda Guerra Mundial, se desató lo que se llamó la Guerra Fría, cuando las naciones intercambiaban amenazas y competían por el poder. El Muro de Berlín, construido en agosto de 1961, se mantuvo durante casi tres décadas como símbolo de la ardiente enemistad entre Oriente y Occidente. Luego, el 9 de noviembre de 1989 se anunció que sus habitantes podrían cruzar libremente de un lado al otro de la ciudad. Al año siguiente, el muro fue demolido por completo.
La conocida historia de José, en el Antiguo Testamento, trata de un hijo favorito a quien sus hermanos odiaban (Génesis 37-50). No obstante, José rehusó levantar una pared de odio entre él y sus hermanos, que lo habían vendido como esclavo. Muchos años después, cuando una hambruna los puso frente a frente, José los trató bondadosamente, diciendo: «Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo tornó en bien […]. Y los consoló y les habló cariñosamente» (50:20-21), lo cual ayudó a recomponer la relación.
Hoy, hace 25 años que una barrera opresora construida por el hombre se abrió, ofreciendo libertad y reuniendo a familias y amigos.
Si hemos levantado muros de enojo y de separación entre nosotros y los demás, el Señor está dispuesto a ayudarnos a derribarlos, y puede hacerlo hoy.
El enojo crea muros; el amor los derriba.
Nuestro Pan Diario
