Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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(Verdad y Vida – REDACCIÓN).-
Luego de la reciente celebración del evento más esperado por los jugadores y fanáticos del fútbol americano, el Super Bowl o Super Tazón, el nombre de Dios quedó enaltecido por aquellos jugadores que son fieles seguidores de Jesús.
Cada equipo tenía su jugador cristiano, Russell Wilson por los Seahawks de Seattle y Peyton Manning por los Broncos de Denver; que a pesar de ser rivales en el estadio de juego, son hermanos en la fe y compartieron la victoria de los Seahawks en la cancha y la de Cristo Jesús fuera de ella.
Ambos jugadores han hecho declaraciones de su fe y han asistido a sus iglesias para congregarse. Para Wilson el triunfo y las habilidades atléticas que tiene, son un regalo de Dios. «Es una bendición», dijo respecto a la victoria. «Dios es bueno. Nosotros tuvimos fe y creímos que ibamos a llegar a este juego. Al inicio de la temporada yo le decía a mis compañeros: ¿Por qué no podemos llegar nosotros? Así que creímos y ganamos», reveló Wilson.
El mariscal de campo, que ha sido criticado por ser joven y más bajo de estatura que el resto, reconoce que Dios lo ha bendecido porque a pesar de esas limitantes físicas, el Señor le dio un brazo fuerte para lanzar el balón y le da sabiduría para tomar decisiones en el campo. «El Señor me ha dado un talento y considero que mi estatura no define mis habilidades», declaró.
Russel Wilson ha sido siempre abierto sobre su fe, «cuando pensamos que estamos en el peor momento de nuestras vidas y estamos luchando con muchas cosas, sea lo que sea; y también cuando estamos en nuestro mejor momento y nos sentimos muy bien, todos queremos que alguien nos consuele o nos motive, ese es Jesús», comentó.
Por su parte, el también mariscal de campo de los Broncos de Denver, Peyton Manning se mantiene un poco más reservado en compartir con los medios sobre su fe y creencia en Jesús, más bien dice que prefiere dar testimonio con sus acciones y no con sus palabras.
Fuera del campo, Manning trabaja para ayudar a otros a través de la Fundación Peyback, creada por él y su esposa, Ashley en Indianapolis, con el fin de apoyar programas que benefician a la juventud necesitada, así como también ha realizado programas de ayuda a estos jóvenes y niños propios. Desde que esta Fundación comenzó en 1999, ha donado millones de dólares a otras organizaciones para jóvenes en diferentes estados de Norteamérica.
De acuerdo a su libro biográfico, Manning ha declarado que se siente bendecido porque puede pedirle a Dios que lo guíe en sus decisiones. También aclara que le han sido perdonado sus pecados, pero que él no es perfecto.
«Todas las noche oro por muchas personas y muchas cosas, pero no me gusta hablar de ello, porque eso es entre Dios y yo. No soy mejor que nadie, todos somos iguales a los ojos de Dios», comentó Manning.
Cuando se trata del deporte, Peyton comenta que toma la recomendación de su papá, quien también fue un mariscal de campo profesional, «mi papá dice que puede tomarte 20 años crear tu reputación y tan sólo cinco minutos destruirla», reflexionó. «Yo quiero que mi reputación pueda mantenerse aun después de los momentos de crisis por los que pase. Realmente estoy más cómodo sabiendo de dónde viene mi ayuda (de Dios)», concluyó.
