¡La programación neurolingüística (PNL) puede cambiar tus modelos de conducta mental y emocional!
La PNL es la influencia que tiene el lenguaje sobre nuestra programación mental. Las palabras nos afectan, para bien o para mal y activan nuestro sistema neuroquímico en cada ocasión. Cuando alguna persona nos habla con un cierto tono de voz, con palabras positivas o negativas, de alguna manera nos programa y cuando nosotros hablamos a los demás, sucede lo mismo, los programamos. Ejemplos:
1.- La palabra «no» es una palabra abstracta. La mente registra lo que se dice a continuación del «no»; por ejemplo: «no te metas a la piscina», «no me quiero enfermar», «no vayas a chocar el auto», etc. Si quitamos el «no», ¿qué queda? La orden de meterse a la piscina, enfermarte y chocar el auto. Esas son las imágenes que automáticamente se proyectan en tu mente, capta el mensaje contrario y lo cumple. Usa solo oraciones positivas.
2.- Generalizaciones como «nunca», «nadie», «todos», «siempre», son palabras peligrosas porque son determinantes, absolutas y generalmente falsas. No hay cabida para una excepción, y terminan la conversación. Si «nunca» haces nada bien (habrá algunas cosas que he hecho bien), pero decir nunca, no da posibilidades de mejorar. Este tipo de aseveraciones en la conversación dañan mucho, tanto al que las dice, como al que las escucha. Tanto padres como maestros, han cometido todo tipo de agresiones al incluir alguna de estas palabras con un niño cuando se refiere a sus habilidades.
3.- «Tienes que», tiene un significado negativo. Asociamos estas palabras con algo desagradable, que nos cuesta trabajo y que implica un esfuerzo. «Tienes que trabajar», «tienes que estudiar», «tienes que organizarte». Denota una obligación. Nunca decimos, «tengo que ir a la playa y divertirme». Los primeros ejemplos requieren de un esfuerzo, y hay una batalla interna para poderlo lograr. Es más, se siente un peso encima cuando digo cualquier cosa con «tengo que».
Proverbios 18:20-22, dice: «Del fruto de la boca del hombre se llena su vientre; se sacia del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de sus frutos». 1ª Pedro 3:10: «El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal y sus labios no hablen engaño». Proverbios 16:23-24, «El corazón del sabio hace prudente su boca y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves, suavidad para el alma y medicina para los huesos».
Dios nuestro Padre celestial, creador de la PNL y del cerebro humano, nos enseña que si tenemos cuidado de lo que decimos, vamos a obtener muchos beneficios. Dios nos diseñó para que hablemos solo cosas positivas, porque de esa manera estaremos programando un futuro de bendición.
Hombre, mujer: usa tu boca con autoridad para bendecir, animar, para declarar vida, salud y esperanza a toda tu familia. Llena tu boca de sabiduría y gracia para bendecir a las personas a tu alrededor. La práctica de una comunicación saludable, atraerá a tu vida y a tu familia éxito, bendiciones y prosperidad.
Cuida también tu diálogo interno, lo que te dices a ti mismo. Y luego cuida lo que dices a los demás. Las palabras de bendición a otros, atraerán bendición a tu vida.
Hay etapas difíciles en la vida que tienden a poner en nosotros palabras negativas. Nunca permitas que de tu boca salgan palabras de peso negativo, porque eso será lo que atraerás a tu vida. Abandona la negatividad. Aun en los momentos más difíciles de tu vida, usa tu boca para declarar vida, bendición, éxito, prosperidad, etc.
Ejercicio: Haz una lista de las expresiones que usas con frecuencia y analiza la connotación de esas palabras. Trata de cambiar las palabras que tengan mensajes negativos por palabras que edifiquen siempre y así el efecto neuroquímico será positivo y de motivación. La vida abundante, el éxito y el gozo, comienzan con tu manera de expresarte. dan a fortalecer su relación y para que sean instrumentos de bendición para otros matrimonios y familias.
¡Tu matrimonio y tu familia son el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALOS!
Luis y Hannia Fernández
Pastores y consejeros
luisyhannia@libresparaamar.org
www.libresparaamar.org