Cuando el Señor descienda de las alturas el brillo de su gloria será la luz para el comienzo de un nuevo amanecer

Gota: “Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre” (1ª Tesalonicenses 4:17):
… los que estemos vivos. Los creyentes que estén vivos cuando Cristo vuelva. El uso del verbo en la primera persona del plural no significa que Pablo pensaba que estaría vivo hasta la venida de Cristo. Él se identificaba muchas veces con las personas a las que les escribía o a quienes se refería. En otro lugar dice que Dios “nos” resucitará en ese momento (1ª Corintios 6:14; 2ª Corintios 4:14).
… arrebatados. El único lugar en el Nuevo Testamento donde se indica claramente un arrebatamiento. Pablo está describiendo algo que será público, e irá acompañado de fuertes voces y del sonido de una trompeta, para encontrarnos con el Señor. La mayor esperanza del creyente (Juan 14:3).
Cuando veo y leo las noticias, cuando oigo a los líderes políticos del mundo entonces concluyo: la única esperanza para este mundo es la segunda venida de nuestro amado Señor Jesucristo. Mi hijo me pregunta: ‘¿Papi cuándo regresará el Señor?’. Nadie lo sabe hijito. Puede ser en la noche cuando estemos dormidos, puede ser en la mañana cuando muchos salen a sus faenas diarias o puede ser al mediodía cuando tú vas al colegio. Sabes papi, me gustaría que el Señor viniera por la noche porque todos estamos en casa o mejor, un día cuando estamos todos donde los abuelitos.
Estemos donde estemos, en la casa, trabajo o en el colegio, donde los abuelitos, a cualquier hora del día el Señor vendrá y lo más importante es que como sus hijos estaremos juntos y con Él. Cuando el Señor descienda de las alturas el brillo de su gloria será la luz para el comienzo de un nuevo amanecer.
Valor: ¿Lo anhela su corazón? ¿Está usted listo para ese día glorioso? ¿Está usted buscando al Señor? Piense hoy en el regreso del Señor, imagínese todo ese portentoso evento. Aleluya.
Dios le bendiga.
Ramón Tovar
Pastor y columnista
tramon63@gmail.com