En el suelo, ha de dormir;
Camina con maleta en mano
Y familiares a su lado,
¿Los sueños de un visionario en su país se quedaron?
Los pies van descalzos,
Deshechos sus calzados
Por el despiadado asfalto.
Lágrimas en Maiquetía,
Terminales a luz del día;
Madres entregan su comida
En la dolorosa partida.
Días de abrazos imborrables,
Días de besos infinitos;
¡Hasta luego! dice mamá,
¡Pronto te veré! dice el hijito.
Emigrante que vuela,
Emigrante que navega,
Emigrante que corre,
Emigrante que espera;
Xenofobia ruin que golpea,
Emigrante abandonado,
Valiente con o sin títulos;
Eres valor agregado.
Un genocidio a la vista,
La historia lo confirma;
Judíos, armenios y camboyanos;
Asesinados por comunistas.
Perpetradores en Ruanda,
A los Tutsi exterminaron;
El mundo dando la espalda,
¿También a los venezolanos?
Vuelvan los Cid Campeadores,
Y no los mesías impostores.
Como arroz en Calabozo
Se multiplican los malhechores;
La segregación aumentando va,
Y los inmigrantes con dolores.
Monstruo ni ves la caquexia,
Alienado nada respetas.
Bolsillos sin bolívares,
Difíciles los pesos y euros;
Sudando por los dólares
Para llevar el sustento;
No emigro porque quiero,
Ni creas que voy contento;
Porque llego al aeropuerto,
Y veo, que solo me encuentro.
Saqueadores de turno,
Aceifa landrera y pejiguera;
Deseos del emigrante viven,
Los pensamientos se quedan.
Díscolo mirando flores,
Nabucodonosor con periquera;
Portadores de esperanza regresan,
Escuchando el Alma Llanera.
No los llamen emigrantes
Sino hijos de Venezuela.
Harold Paredes Olivo
Pastor y comunicador venezolano en España