(CanZion – Verdad y Vida).-
Tras obtener una gran recepción en su estreno en los Estados Unidos, el filme «El corazón del hombre», llegó a América Latina esta película que cuenta con actuaciones de primera calidad, excelente música y cinematografía excepcional, la película ilustra cómo el amor de Dios está presente incluso en los momentos más oscuros de la vida.
Una de las parábolas más conocidas de Jesús -descrita en el Nuevo Testamento- es la del retorno del hijo pródigo, quien, tras años de llevar una vida disipada y de derroche, vuelve a casa de su padre, quien lo recibe de manera alegre y festiva. Dicha parábola alude a que la compasión es una de las formas de abrir un camino en el corazón de los hombres hacia el perdón y la redención.
Tal parábola es el punto de partida de «El corazón del hombre», donde la ficción y la realidad se entretejen para ofrecer una reflexión sobre la posibilidad de levantarse de nuevo y seguir adelante, a pesar de haber cometido o sido víctima de errores o faltas graves, que apartan todo anhelo de felicidad y traen dolor y oscuridad a la vida de las personas.
El filme fue dirigido por Eric Esau y escrito y producido por Jason Pamer. El documental recopila por un lado diversos e impactantes testimonios reales de diferentes individuos, quienes, fueron desarrollando una inclinación patológica hacia la promiscuidad, la pornografía y aficiones similares, lo que los sumergió en una espiral de degradación y vergüenza, de la cual no creyeron poder encontrar una salida.
Sin embargo, esos testimonios también describen como cada uno de ellos logró vislumbrar una luz de esperanza irradiada del amor a Dios, y gracias a ello se dieron cuenta que en él residía su verdadera posibilidad de hallar un sendero que no solo les permitiera alcanzar el perdón, sino la liberación, y poder romper las cadenas impuestas en ellos por sus propias adicciones.
En paralelo al registro documental, pero al mismo tiempo entrelazándose con él, «El corazón del hombre» presenta un relato ficticio basado precisamente en la famosa parábola del hijo pródigo, filmado en escenarios naturales ubicados en Hawai. La historia está dividida en diferentes segmentos, en cada uno de los cuales a través de sencillas metáforas se abordan temas como la lujuria, el adulterio y la pornografía, enfatizando que sin importar qué tan sórdida haya sido la falta en que se incurrió, siempre existe una posibilidad de redención.◄