(Terra/ VyV – LA PAZ).-
Una reciente ley que otorga al gobierno poder para controlar financieramente a las iglesias evangélicas y les otorga la condición de organizaciones no gubernamentales ha desatado la molestia de la feligresía boliviana, que ha llamado a protestas silenciosas en todo el país.
Con la Ley de Otorgación de Personalidades Jurídicas aprobada en marzo «el gobierno quiere supervisar y legislar la religión y eso no corresponde a un país laico; va contra la constitución» que garantiza la libertad religiosa, explicó a la agencia de noticias AP el reverendo Tito Montero de la Asociación Nacional de Evangélicos de Bolivia.
Montero dijo que la asociación llamó a su feligresía a «manifestaciones silenciosas de protesta» en el país para oponerse a esa norma que no les fue consultada. Además reclaman un «trato igualitario» a todas las iglesias.
La Iglesia Católica, que es mayoritaria en el país, emitió un comunicado de apoyo a esas demandas a pesar de no estar involucrada en la norma «porque creemos que la libertad de conciencia y de culto se debe respetar al tratarse de actividades sin fines de lucro», dijo a la AP Edwin Bazán, portavoz del cardenal católico Julio Terrazas.
«Nosotros tenemos otro trato pero entendemos que las iglesias evangélicas están en contra de toda regulación y esa ley les impone una condición (como organizaciones no gubernamentales) que no corresponde con sus actividades», acotó.
El gobierno aceptó debatir un proyecto de ley de cultos que han propuesto los evangélicos y, por tanto, las protestas deberían quedar en suspenso, dijo en rueda de prensa el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
Sobre la libertad de culto
Un 65por ciento de los bolivianos son católicos y un 25 por ciento evangélicos, según estimaciones de las propias iglesias a falta de estadísticas oficiales. La Asociación Nacional de Evangélicos de Bolivia agrupa a 82 iglesias.
La carta magna de 2009 reconoce el culto a la Pachamama -la Madre Tierra- que es practicado por indígenas andinos y ha recibido fuerte impulso del gobierno como parte de su política de «descolonización».
La realidad es que el presidente de esta nación, ha manifestado públicamente la prioridad que el gobierno establece para la Iglesia Católica pero que no discrimina en su totalidad a las demás denominaciones. De igual manera ha sostenido reuniones con líderes cristianos de Bolivia.
Los evangélicos entienden que al obligarlas a registrar nuevamente su personalidad jurídica y al considerarlas organizaciones no gubernamentales, el siguiente paso será obligarlas a pagar impuestos.
«No se puede gravar la fe. Reclamamos un trato igualitario y no discriminatorio», dijo Montero. Por ahora ninguna iglesia tributa al Estado por ejercer actividades de fe.