No hay razón alguna para que tú te quedes en tu cuarto llorando y sufriendo solo/a. ¡Ese no es el plan de Dios para tu vida!

“Felices son los que sufren y lloran pues Dios los consolará” (Mateo 5:4).
Cuando los problemas tocan a la puerta de tu vida estas 3 “R” no te funcionarán. Sin embargo, todo el mundo opta por ellas. Puedes reprimirlos, pero con esto solo cosecharás una úlcera estomacal. Puedes repasarlos en tu memoria y con esto te estarás torturando emocionalmente. Puedes resentirlos y esto producirá amargura y venganza.
¿Entonces cómo puedo decirle a alguien que acaba de perder el empleo o está enfermo en la cama que sea feliz? Muchos acuden a píldoras, especialistas médicos, y otros inventos, pero solo estas siguientes indicaciones traerán consuelo verdadero.
Permite que Su Palabra traiga consuelo: Llena tu mente con la Palabra de Dios. El Salmo 119:52 dice: “Dios mío, yo nunca olvido tu palabra eterna, pues ella me da consuelo”. Hay más de 7.000 promesas en la Biblia para nosotros.
Toma esas promesas para tu vida y reclámalas, porque si Dios promete algo, Él cumple. En Números 23:19 dice: “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”.
Permite que otras personas te consuelen: No fuimos creados para vivir aislados, sino que fuimos creados para apoyarnos y ayudarnos. No hay razón alguna para que tú te quedes en tu cuarto llorando y sufriendo solo/a. ¡Ese no es el plan de Dios para tu vida! En 2ª Corintios 1:4 dice: “Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros”.
No importa cuál es el problema que tú tengas, recuerda que hay miles y millones de personas igual como tú que han pasado por la misma situación y Dios las usa para ayudarnos con su experiencia.
Permite que el Espíritu Santo traiga consuelo: Si estás con dolor y sufrimiento, recuerda que Dios quiere consolarte por medio de su Espíritu Santo. En Juan 14:26 dice: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, vendrá y los ayudará, porque el Padre lo enviará para tomar mi lugar”. Muchas veces las palabras de alguien no son suficientes y el Espíritu Santo tiene que hacer la obra de traer consuelo. Pero solo lo hará sin hay intimidad con Él.
Arnold Enns
Pastor y presidente de COICOM