(Verdad y Vida – REDACCIÓN).-
El apóstol Guillermo Ramírez escribió el libro Código M5, que presenta un perfil de cada uno de los cinco ministerios: Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, de tal manera que las personas, junto a la guía del Espíritu Santo, puedan tener una información documental y poder comparar, mirar sus dones y saber a qué ministerio Dios le llamó, «lo cual realmente para muchos discípulos, para la mayoría de los creyentes del Señor, llega a ser un dilema tremendo, saber para qué me llamó Dios», dijo. En entrevista exclusiva explicó las bases del citado libro.
Usted escribe sobre la Reforma Apostólica, ¿pudiera aclararnos un poco acerca de qué trata y si la «apostolitis» es una desviación de ella?
– Hay que entender qué significa la palabra “reforma”; es volver las cosas a su forma original, darle la forma tal cual como fueron hechas, pero la reforma apostólica no es un movimiento aislado sino que forma parte de la Reforma Protestante a partir de Martín Lutero y que pasó por los luteranos, episcopales, anabautistas; quienes empezaron a sumergir a las personas. Así, los pentecostales fueron avanzando hasta que esta Reforma Protestante en éste último tiempo toma la forma de Reforma Apostólica, que lleva a la Iglesia a tomar su gobierno legítimo, formato legítimo, ministerio legítimo tal cual como Dios la encaminó.
Respecto a la “apostolitis”, Ramírez establece que ésta «suena como una especie de patología o enfermedad. La apostolitis sucede porque «al carecer las personas de orientación, al no haber una enseñanza clara de lo que es el apostolado, éstas pueden confundirse y llegar a la conclusión de que ellos son apóstoles».
Otra de las razones por la que existe la “apostolitis” es que se ve como algo novedoso o «lo que está de moda; antes era ser profeta, pastor o evangelista. En algún momento existió la “profetitis”, “pastoritis”, “maestritis”, en fin, la iglesia ha pasado como por un síndrome que hoy toma la forma de “apostolitis”». Para ello, el libro Código M5 aclara las funciones, retos y lo que es el fruto de un apóstol conforme a las Sagradas Escrituras.
Señala que los apóstoles y profetas son los dos «ministerios fundamentadores», ¿podría explicarlo?
– Los dos ministerios fundamentadores son apóstoles y profetas, así lo dice la Biblia: «edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas» (Efesios 2:20); eso quiere decir que los apóstoles y profetas colocan el fundamento, es más, Pablo habla en ese sentido específicamente cuando dice: «Yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica» (1ª Corintios 3:10). Es completamente bíblico, hay dos ministerios fundamentadores los apóstoles y los profetas porque así lo dice el Señor.
Además, señala que el evangelista, pastor y maestro son «ministerios edificadores de la Iglesia», explíquenos por favor.
– Los tres ministerios edificadores son el evangelista, el pastor y el maestro. Podemos decir que el ministerio del evangelista comienza desde que la persona se convierte hasta que es bautizada; entonces el evangelista gana y consolida, forma en las primeras enseñanzas como hizo Felipe con el eunuco. Luego, el trabajo continúa con el pastor. No todos son pastores, aunque haya personas que se quieren llamar pastores y no tienen ovejas, no están trabajando o edificando en ese ministerio. Los maestros, ejercen el ministerio esencial, básico. El apóstol Pablo dijo: «Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios» (Hebreos 5:12); o sea, que llega un momento en el que la persona ya debería ser un maestro, haber crecido en el Señor y estar enseñando a otros.
¿Qué consejos les daría a quienes atacan el ministerio del apóstol y profeta?
– Primero, aquellos que atacan al ministerio de los apóstoles y de los profetas sencillamente escudriñen las Escrituras, está muy claro en el Nuevo Testamento no hay porque confundirse; por otra parte, infórmense, no caigamos nosotros en repetir cosas y en desinformación de que ya no hay apóstoles, que si ya no existen los apóstoles, recuerden que se ha cometido un error histórico en esto. En algún tiempo el Espíritu Santo bautizó con nuevas lenguas a la Iglesia y entonces algunos decían que las lenguas no eran de Dios. Entendamos lo siguiente, el Señor dice en su Palabra en Efesios 4, que «Él constituyó apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros para edificar a los santos para la obra del ministerio hasta que todos lleguemos a la plenitud del conocimiento de Cristo», la pregunta sería: ¿Será qué ya todos llegamos al pleno conocimiento, todos llegamos a la estatura de la plenitud de Cristo?, porque si ya llegamos no se necesitan apóstoles, pero tampoco se necesitarían, profetas, ni evangelistas, ni pastores porque los cinco fueron constituidos hasta que lleguemos a ese nivel, de tal manera que nadie está autorizado en la tierra para -digamos- invalidar que todavía existen apóstoles o que todavía existen profetas, tienen que documentarse, deben estudiar y revisar más este asunto.
Parece que algunos ven el ministerio apostólico no como un llamado desde el vientre de su madre, sino como un «ascenso ministerial», ¿qué pudiera decirnos al respecto?
– No es un ascenso ministerial, desde que Dios llama a una persona tienen en su corazón la semilla de apóstol, profeta, pastor, evangelista, maestro, no se trata de un ascenso ministerial, se trata de que vamos evolucionando cada uno en nuestro ministerio, vamos creciendo hasta ser perfeccionado. El apóstol Pablo decía de sí mismo «yo fui llamado a ser apóstol», y él mismo pasó por un proceso. No es un ascenso, es un llamado de origen.
Respecto al movimiento apostólico en Venezuela, Guillermo Ramírez explicó que ha podido ver que las personas manejan este tema con cautela, cosa que cataloga como «una evolución más positiva». Aclaró que siempre han existido apóstoles, no sólo los 12 de Jesús, sino otros como Pablo, Silas, Bernabé, y que si no hubieses apóstoles, tampoco existiesen lo que se conoce como iglesias madres, con pastores que van luego a otras localidades a fundar obras y así ejercer su llamado como apóstoles.
¿Qué escollos tiene que sortear todavía lo apostólico y profético para ser aceptado? ¿Y cuál será su futuro inmediato?
– La estructura denominacional, esta es la más fuerte porque se ha enquistado y petrificado en la iglesia. Ella ha pensado que llegó a su máxima perfección y que tener un presbítero o tener un súper intendente nacional o un presidente mundial que se elige por un período particular, es lo perfecto. Eso no es lo que estableció Dios, eso yo lo llamo y lo enseño en mi libro como la visión de Matías, la que tuvieron inicialmente los apóstoles cuando quedaron un poco traumatizados por la ida de nuestro Señor Jesucristo y quisieron buscar una forma de sustituir a Judas y dice que entonces nombraron a dos personas que tuvieran algún perfil y es cuando nombran a dos candidatos y hacen una elección. Eso trae división porque este año o el otro, tal persona hace campaña para ser electo en algún cargo.
Agregó que «la iglesia evangélica necesita evolucionar al gobierno apostólico» porque más allá de esos nombramientos temporales están los ancianos, está la gente envestida de esa autoridad, los verdaderos líderes que son vitalicios, que no los va a nombrar nadie pero que los nombra Dios.
Concluyó diciendo el apóstol Ramírez que «hay un mover del Espíritu Santo que es el mover apostólico, eso no lo van a poder detener. La iglesia de este tiempo es la Iglesia apostólica llamada a recoger la última gran cosecha; por eso yo animo a mis amigos, compañeros, consiervos en el ministerio a escudriñar las Escrituras, abran sus corazones al mover del Espíritu Santo porque Dios nos está llamando a todos a este mover espiritual, ése es el tema del libro Código M5 que con mucha humildad presento».