(Agencias – Verdad y Vida).-
La iglesia Centro Cristiano, dirigida por el apóstol José Satirio Dos Santos en Cúcuta, está ayudando a los venezolanos que cruzan la frontera y llegan a Colombia con un corazón desesperanzado.
Esta iglesia dispuso de un lugar especial “Centro de Esperanza” para que las mujeres y niños que cruzan la frontera, principalmente, reciban ayuda especializada. De acuerdo al pastor Dos Santos “la razón por la cual estamos aquí con el Centro de Esperanza es para atender la emergencia que está sufriendo la frontera. Como todos saben hay una cantidad de personas que está emigrando de Venezuela hacia Colombia y este es el puente de entrada por el lado de Ureña y Cúcuta, y hemos visto las necesidades que tienen cada caminante, persona o familia que pasan por este cruce. La iglesia junto con La Bolsa Samaritana se ha propuesto crear este centro, donde las personas llegan y tienen una parada aquí. Pueden tomar agua, esperar en la sombra mientras atienden sus necesidades personales y aquí desarrollamos cinco necesidades que ellos demandan. La primera es la espiritual, en la cual los capellanes dan una atención que conduce a la lectura de la Palabra de Dios y la oración, llevar a las personas a ese encuentro con el Ser Supremo que es el Creador de la vida, que es el que tiene el destino de nuestras vidas.
En segundo lugar viene la parte psicosocial, que es cubrir sus necesidades y conocer cuáles son sus destinos, qué expectativas traen. En tercer lugar está la parte médica, en la que se ha detectado a un gran grupo de personas con problemas de salud. Hubo un caso de un niño con problemas de asma bastante aguda y es asfixiante ver a una persona que su respiración se está acabando, y mientras caminan cómo hacen para respirar. También hemos visto mujeres embarazadas a punto de dar a luz. En el cuarto lugar tenemos la atención jurídica, hay muchos casos que son de tema jurídico”.
El lugar cuenta con personal altamente capacitado que está dispuesto a brindar la ayuda necesaria a los venezolanos. “Es una labor que estamos haciendo, primero que todo, gracias a Dios, gracias a la iglesia Centro Cristiano, La Bolsa Samaritana. El trabajo que se hace es una atención humanitaria, estamos en el equipo local de coordinación a nivel departamental con la ONU, Unicef, Acnur, con todas estas entidades porque hay un ambiente de necesidad permanente acá. Tenemos una atención mensual en promedio de más de dos mil personas que pasan por Centro de Esperanza para recibir las atenciones. Además se les da un refrigerio desde el niño, hasta el adulto, y la atención especial con información acerca de qué les corresponde hacer cuando ingresan a Colombia, entonces es un centro de orientación”, dijo Jairo Garzón, capellán mayor.
Informó Garzón que el Centro de Esperanza es conocido en la frontera y hasta las mismas autoridades, policía, agentes fronterizos y demás, envían a los venezolanos al Centro para recibir la atención y ayuda que allí brindan.
“Es importante saber que este no es un lugar permanente, es apenas un tránsito y la iglesia con todos sus aliados están haciendo lo que la Palabra de Dios manda: compasión. Mostrar solidaridad y saber que el ser humano es nuestro prójimo y tener la mano extendida en todas las áreas que ellos requieren, especialmente, la espiritual”, agregó el pastor José Satirio.
Esta labor es apoyada por organizaciones internacionales que están regalando sonrisas en todas partes, tal es el caso de la Asociación Evangelística Billy Graham (BGEA). “Tantos migrantes que están viniendo de Venezuela hacia Colombia, hemos estado trabajando para recibirlos en el Centro de Esperanza, pero también trabajando en capacitar a capellanes que están atendiendo a las personas cuando llegan al puente. Estamos también hablando con el ejército para ver cómo podemos atender a las personas que están en zonas rurales, en el Catatumbo, estamos dispuestos a ayudar de cualquier manera que se pueda. También tenemos un albergue que está recibiendo a los caminantes en las noches, para que reciban una cena caliente y poder descansar antes de seguir con sus rutas”, explicó Laurent Trabadello, capellán de la BGEA.
Los recursos llegan de todas partes del mundo. “Hermanos cristianos de todo el mundo, de EE. UU, Canadá y otros países apoyan y oran por la institución. Conocen el trabajo de La Bolsa Samaritana en todas partes del mundo y también oran por Colombia y países en situación de crisis y están apoyando no solo con oración sino con recursos financieros para proyectos como este el Centro de Esperanza”, agregó Daniel Zeidan, estratega de La Bolsa Samaritana.
Por su parte, el evangelista Franklin Graham también viajó a Colombia para visitar el Centro de Esperanza y poner su grano de arena en ayudar a los venezolanos que van de paso por la frontera. “Estoy muy impresionado por cómo la iglesia está haciendo grandes cosas por quienes tienen muy poco”, dijo Graham durante su visita.
La Iglesia de Cristo en el mundo se une para llevar esperanza y una mano amiga al necesitado, como dice la Palabra de Dios: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39).◄
