Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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La gente se miró y dijo: «¿Quién es este señor Fantrau?».
Luego Ronaldo continuó: “Jugamos juntos en un equipo juvenil. Cuando los reclutadores del Sporting de Lisboa vinieron a observarnos, nos dijeron que el delantero que haya anotado más goles será reclutado en la academia deportiva.
Ese día ganamos 3-0. Marqué el primer gol y luego Albert anotó el segundo con la cabeza. Y luego, el tercer gol fue el que impresionó a todos. Alberto comenzó desde el ala, luego se encontró cara a cara con el portero, dribló al portero y todo lo que tenía que hacer era empujar el balón hacia el objetivo vacío. Mientras tanto yo estaba corriendo a su lado. Y en lugar de disparar hacia el objetivo vacío, Alberto decidió pasar el balón y anoté. Así es como me encuentro en el Sporting Lisboa Academy. Después del juego fui a verlo y le pregunté: «¿por qué hiciste eso?». Y él respondió: «Porque sé que eres mejor que yo»”.
Curiosos por saber más, los periodistas comenzaron a investigar y pudieron conocer a Alberto Fantrau para preguntarle si la historia contada por Ronaldo es cierta, y lo confirmó, y agregó que su carrera como futbolista terminó después de este partido ya que fue el única oportunidad de convertirse en profesional y desde ese momento ha permanecido desempleado.
Sin embargo, los periodistas, al observar su lujosa casa y su Mercedes aparcado en el garage, le preguntaron a Alberto «pero estando desempleado ¿cómo puedes tener una casa y un automóvil así y vivir tan lujosamente? Pareces bastante cómodo físicamente». Respuesta de Alberto: «¿Todo eso? es un regalo de Ronaldo».
Moraleja de esta historia:
Hagamos la siguiente pregunta: ¿Cuántos de nosotros hemos hecho algo como Ronaldo y Alberto? Por el contrario, muchos de nosotros mostramos lo contrario de esta historia que exhibe egoísmo e ingratitud hacia sus compañeros.
¡Hermanos y amigos! Ayudémonos unos a otros para estar orgullosos del éxito de nuestros hermanos, hermanas, amigos y parientes. Cuando ayudamos a una persona a tener éxito, esta nunca debe olvidar a los que contribuyeron a su éxito en la vida.
«No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe» (Gálatas 6:9-10).
Sé parte del éxito de otra persona…
Editado y adaptado por Verdad y Vida
