“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” (Génesis 3:1).
Habiendo tantos animales, es la serpiente la que indujo a Eva a desobedecer y pecar ante Dios. ¿Por qué la serpiente y no otro animal? Hay dos alternativas:
1) Fue una transmigración; Satanás tomó cuerpo de serpiente.
2) Fue una posesión de Lucifer usando el cuerpo de la serpiente.
En cuanto a lo comunicativo podríamos decir que Lucifer habló usando la boca de la serpiente, y la capacitó para hablar; eso nos llevaría a otro ángulo, porque si Lucifer capacitó a la serpiente para hablar, implica que Satanás puede hacer que un animal hable y se comunique, si ese fuere el caso.
Nos toca decidir cuál de las dos alternativas es, si fue una transmigración o una posesión satánica.
Note que la serpiente no se acercó a Adán, sino a Eva. Esto muestra un estado de inteligencia, porque la mujer no fue hecha a la imagen de Dios, Adán sí (Génesis 1:27); la mujer fue hecha del hombre (Génesis 2:21-23).
Hubo un acto de selección satánica, mostrando una inteligencia tremenda. Satanás sabía que para hablar y convencerlos de pecar, no podía hacerlo con Adán, porque él estaba hecho a la imagen de Dios; Adán fue hecho con material puro, divino.
Otro principio importante es que Adán era el sacerdote; el hombre es el sacerdote de la casa, no la mujer (1ª Timoteo 2:12-14). Satanás supo a quién debía acercarse. Satanás sabe mover sus plataformas, para acercarse al sacerdote, usó a la mujer.
Este principio sigue ocurriendo hasta el día de hoy; Satanás conoce las debilidades de cada persona, sabe por dónde acercársele para hacerle caer en pecado.
“¿Conque Dios os ha dicho: ‘No comáis de todo árbol del huerto?’” (Génesis 3:1). Note que Satanás cuando habla sabe citar según sus intereses; no citó lo que Jehová había dicho: “De todo árbol del huerto podrás comer, más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:17). Vemos entonces que Satanás trae por primera vez la mentira; la mentira es diabólica, es un espíritu (1 Reyes 22:22).
La palabra dice que “Satanás es padre de mentira” (Juan 8:44).
“Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocareis, para que no muráis” (Génesis 3:2-4). La mujer le añadió algo: no le tocareis; fue algo que Dios no había dicho.
Antonio Orona
Pastor y maestro bíblico
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