¿Sabías que la vida cristiana debe ser vista como un “más y más”, pero con grandes beneficios?

“Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber” (Proverbios 9:9).
Si hay algo con lo que no se puede comparar la vida cristiana es con un pozo sin fondo. Esta figura sugiere más bien que hay malas inversiones, gastos innecesarios, inversiones de tiempo y recursos que se pierden. Pero, ¿sabías que la vida cristiana debe ser vista como un “más y más”, pero con grandes beneficios?
Nuestro proverbio nos indica que el sabio y justo nunca será el mismo, aumentará su sabiduría y su saber, pues nunca desdeñará la instrucción, la corrección y toda sana orientación. Me pregunto, ¿cuánto debe recibir un sabio para ser sabio y cuánto debe aprender un justo para serlo? Considero que el punto importante no es el cúmulo de conocimiento ni cuán sabio se es. Eso suena como “nunca podré lograrlo”.
Desde el punto de vista bíblico, el sabio no es aquel que cuenta con un coeficiente intelectual alto. A estos una mala inteligencia emocional puede acarrearle una vida infeliz. Considero que la propuesta de Dios es que la sabiduría es una determinación. Y es así si entendemos que el sabio es quien decide respetar a Dios, escuchar y hacer correcciones en su vida. ¿No le parece que ya esto es una sabia decisión?
Sin embargo, la propuesta de Proverbios 9:9 es que, quien es sabio y justo, al escuchar y aprender, lo será más y más. Lo que me recuerda a Proverbios 1:5: “Oirá el sabio, y aumentará el saber…”; y Pablo en 1ª Tesalonicenses 4:1 ruega y anima a los creyentes que en lo que aprendieron debían abundar más y más.
Por tanto, la sabiduría de Dios no tiene límites, es desarrollo y crecimiento permanente en calidad de vida; y esta es una decisión. ¿Qué decidirás hoy?
Eduardo Padrón
Pastor, comunicador y escritor
edupadron@gmail.com