
- Lava tu corazón y tus pensamientos, no con jabón sino con la sangre de Cristo.
- Mantenga una distancia definida del pecado.
- Evite frecuentar cualquier multitud de pecadores.
- Cuida tu boca de no hablar chismes, ni descubrir secretos.
- No se dé la mano con ninguna abominación.
- No abrace la herejía y las falsas enseñanzas.
- Desinfecta tu vida con la Palabra de Dios.
- Si nota síntomas de pecado por su cuenta, llame inmediatamente a 2° Crónicas 7:14, la línea de ayuda de ORACIÓN.
- No olvides fortalecer tu inmunidad espiritual poniendo en práctica el Evangelio.
- Permanezca completa y ricamente bendecido en Cristo Jesús.
Elsa Reyes