Atenta aurora que reina y latente aún alborea,
Vástago arraigado en Belén, de la tierra de Judea,
Indeleble llama que jamás se apaga ni siquiera humea.
Dándote siempre a los demás desde la entrega,
Agradecido regalo, dar siempre tú anhelas,
Don más preciado a tu alcance hoy, si lo deseas.
Es la Salvación, por gracia y por amor,
Siendo Jesús el Camino de tal dicha y tal perdón.
Jamás permanezca distante en el olvido,
Emmanuel, Dios con nosotros es real y sigue vivo,
Siempre presente, próximo contigo y conmigo.
Única esperanza pletórica de luz,
Sintamos pues que Navidad es Jesús.
Samuel García