Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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(Acontecer Cristiano – Verdad y Vida).-
Un agricultor en Texas, EE. UU, quien había recibido de parte de Dios un llamado a ser pastor, después de varios años, decidió que era momento de dejar su trabajo en el campo, para comenzar a servirle al Señor, tras la milagrosa sanidad de su hijo tras orar por él.
El hombre se encontraba arando la tierra, cuando le avisaron que había ocurrido un accidente frente a su casa con un tractor fuera de control. Enseguida se dirigió a su hogar y al llegar se encontró con una escena trágica, contó el pastor Eddie Hyatt de Texas.
El niño, Pete, de siete años, se encontraba en brazos de su madre. «Mi padre me dijo que cuando vio a Pete, estaba plano como una tabla», dijo Hyatt. «Estaba respirando, pero sangre y agua brotaban de sus ojos, nariz, boca y oídos», agregó el pastor.
El pequeño Pete estaba jugando con su hermano Belve, de cuatro años, cuando de pronto decidieron subir al tractor. Belve haló la manivela del vehículo poniéndolo en funcionamiento y Pete fue accidentalmente atropellado.
Momentos de angustia
El agricultor llevó a su hijo rápidamente al hospital más cercano del pueblo de Memphis. Tres médicos evaluaron el niño y coincidieron: «tiene una costilla rota que perforó el pulmón». También afirmaron que Pete no viviría más de 10 minutos.
Mientras estaba con el corazón angustiado en la sala de espera, un pensamiento llegó a la mente del agricultor, durante cinco años, recordó que había sido desobediente al llamado pastoral que Dios le había hecho años atrás.
Pero en ese momento, entró en el baño, levantó su mano derecha al cielo y dijo: «Señor, estoy listo».
El milagro
«Fue solo eso, tres palabras. De repente, todo el miedo y la ansiedad dejaron su corazón y tuvo la seguridad que Pete estaría bien», dijo Eddie.
Al salir, esperó casi una hora y uno de los médicos le dijo: «Algo pasó esta noche. La hemorragia se detuvo y Pete no tiene ningún hueso roto en su cuerpo». Una enfermera cristiana que estuvo al cuidado del niño testificó que nunca había experimentado el poder de Dios como en ese día. Ella estuvo en la habitación del niño cuando ocurrió el milagro.
«Esta oración no solo produjo una sanidad milagrosa, sino cambió el destino del agricultor. Dejó la granja y se dedicó a pastorear una de las Iglesias Asamblea de Dios, ya tiene más de 35 años», concluyó el pastor Eddie Hyatt.◄
