Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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“Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse” (Isaías 55:8. NTV).
Muchas veces somos ligero en nuestras respuestas y debido a ello nos metemos en tremendos vaporones que luego no sabemos cómo salir de ellos.
La palabra de Dios dice que seamos pronto para oír y tardos para responder (Santiago 1:19).
¿No Nos ha pasado muchas veces que ligeramente emitimos un juicio, hablamos lo que no debemos o renegamos, incluso contra Dios, cuando las cosas no salieron como nosotros queríamos?
NO TE ADELANTES AL HABLAR
Se cuenta que David un adolescente de 14 años esperaba con entusiasmo el sábado próximo porque su padre le había prometido ir al lago a pescar si el tiempo era bueno.
Durante días no había llovido y la sequía había secado los campos y jardines, pero aquel sábado por la mañana empezó a llover a cántaros y parecía que la lluvia duraría muchos días.
El adolescente, decepcionado, parecía inconsolable y se acercó a su padre, quien estaba calentándose y leyendo un buen libro y le dijo:
– ¿Cuándo será que las cosas se harán bien?
Su padre intentó de hacerle entender que los campo también necesitaban la lluvia, pero el muchacho insistió:
– Sabiendo Dios que nosotros tenemos que ir a pescar hoy, podía haber enviado la lluvia otro día.
Por la tarde mejoró el tiempo, volvió a salir el sol y su padre lo llevó al lago.
Quizás a causa de la reciente lluvia o por alguna otra razón que sólo Dios y los peces conocen, éstos mordieron los anzuelos con hambre y padre e hijo llegaron a casa con una buena cesta de pescado.
Aquella noche se le pidió al joven que diera las gracias a Dios antes de cenar. Después de repetir las palabras de costumbre añadió:
– Señor, y si murmuré contra ti esta mañana perdóname, pues yo no puedo ver más allá de mi nariz, como dice el maestro cuando no acertamos los problemas, pero tú sabes hacer las cosas mejor que Nosotros”.
DIOS TIENE GRANDES COSAS PARA TI
Tal vez los planes que tenías para tu vida no han estado saliendo como tú deseabas. Posiblemente te has visto en la necesidad de posponer aquellas cosas que, bajo otras circunstancias, ya estarían finalizada. Pero Dios tiene otros planes para ti y ha enviado lluvia repentina a tu vida.
No te vuelvas loco(a). No desesperes ni te frustres si las cosas no están saliendo como tu querías, el que aún no hayas logrado algo no es señal de fracaso ni quiere decir que Dios se ha olvidado de ti o que no ha escuchado tus oraciones; por el contrario, en su infinita misericordia ha trazado un plan mejor para ti y cuando llegue el tiempo de cumplir tus metas, tu pesca será mayor de la que imaginabas.
Sólo Confía en que los planes de Dios para tu vida son perfectos porque te ama, quizás la lluvia que ha enviado no dure horas, ni tres días, ni unas pocas semanas, pero puedes estar seguro que este aguacero no sólo beneficiará los campos que tanto lo necesitan, sino que cuando cese tu pesca será sorprendente.
Que tengas un excelente y bendecido día.
Julio Reyes
Pastor