(Open Doors/ VyV – REDACCIÓN).-
Como cada año, la organización Open Doors, dedicada a ayudar a los cristianos en países que padecen persecución, ha publicado la lista con las 50 naciones que más persiguen a los seguidores de Jesús.
Es lamentable conocer que por 12 años consecutivos, Corea del Norte ocupa el primer lugar de esta lista. Durante todo el año 2013, Verdad y Vida hizo un seguimiento al comportamiento de este país respecto a la minoría cristiana que allí habita y aunque en ocasiones se mantuvo calmado el clima de opinión, cerró el año con una ejecución masiva de varias personas cuyo único crimen era poseer una Biblia. De acuerdo al reporte de Open Doors, un aproximado de 50 a 70 mil cristianos sufren diariamente en campos de concentración en Corea del Norte.
Dentro de los primeros 10 países que presentan mayor persecución destacan, además de Corea del Norte: Somalia -que subió de la quinta a la segunda posición-; Siria, que también subió ocho puestos respecto al año pasado; Iraq se mantuvo en el puesto número cuatro; Afganistán pasó del número tres a ocupar la quinta posición; Arabia Saudita, que ocupó el segundo lugar en el 2013, pasó al puesto número seis; Las Maldivas se encuentran en la séptima posición; Paquistán, que se encontraba en la posición 14 el año pasado, este año está entre las primeras diez como el número ocho; Irán ocupa la posición número nueve; y Yemen se encuentra en el puesto número 10.
Cabe destacar, que Colombia continúa en este listado como el único país de Suramérica que presenta persecución a su población cristiana y este año se encuentra ubicado en el puesto número 25. El año pasado ocupó la posición 46; es decir, subió 21 puestos.
Otro punto resaltante en el listado dado a conocer a inicios de 2014, es que se agregaron tres nuevos países, cuya persecución ha aumentado lo suficiente para formar parte de la numeración. La República Central de África ocupa la posición número 16, Sri Lanka se encuentra en el puesto número 29 y Bangladesh en el 48.
Para ningún cristiano la publicación de esta lista es un evento digno de celebrar, sino un motivo de oración perenne para pedir a Dios por fortaleza para los hermanos perseguidos y sus familiares, misericordia para aquellos que los persiguen, pues no saben lo que hacen y para que las organizaciones y países que pueden tener injerencia en esta materia, ayuden a mitigar el maltrato y violencia de las que son víctimas los cristianos por su fe.