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Sabiduría de los dichos de Salomón No. 14: La sabiduría de las hormigas para el trabajo productivo

«Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?  Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo; así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado» (Proverbios 6:6-11).
Si reflexionamos sobre la hormiga aprenderemos mucho. Las hormigas son insectos infatigables e industriosos, creados para el trabajo. Diríamos que tienen una actitud correcta y una sabiduría instintiva para el trabajo.  La hormiga es un ejemplo de laboriosidad.  La laboriosidad es un hábito que se puede aprender con disciplina. Lo que se requiere es desarrollar una actitud adecuada hacia el trabajo. Mi madre, quien era una incansable trabajadora, acostumbraba a decir: «Contra pereza, diligencia». Lo que ella expresaba con esa frase, era que no se iba a permitir holgazanear cuando había cosas por hacer.

Diligencia vs pereza

El tema central de estos dichos de Salomón es el trabajo esforzado y diligente, en contraposición con la actitud perezosa y negligente. Para enfatizar este contraste, el rey Salomón nos invita a observar a la hormiga, como un ejemplo digno de imitar: «Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos…».La metáfora de las hormigas utilizada por el rey Salomón ilustra algunos principios esenciales relacionados con el trabajo productivo y la efectividad. Reflexionemos sobre la forma cómo se comporta la hormiga, para entender su sabiduría.

La hormiga se anticipa al futuro

«Cuatro cosas hay pequeñas en el mundo, pero que son más sabias que los sabios: las hormigas, animalitos de escasas fuerzas, pero que almacenan su comida en el verano. Las hormigas nos enseñan mucho acerca de la preparación y la prevención para el futuro» (Proverbios 30:24-25. NVI).Las hormigas nos enseñan mucho acerca de la preparación y la prevención para enfrentar de la forma más efectiva el futuro. Las hormigas se distinguen por su previsión instintiva para el futuro. Saben discernir los tiempos, por eso trabajan en el verano en previsión para el invierno. Tiene una visión futurista. Las hormigas se anticipan a lo que viene. Son más proactivas que reactivas en ese sentido; tienen capacidad de anticipación, lo que hace que el entorno no las sorprenda, ni las agarre desprevenidas. Saben que después del verano viene el invierno, por eso razón almacenan granos en abundancia durante la primavera y el verano, y luego lo utilizan en las demás estaciones, como en el invierno, cuando se hace difícil obtener alimento. Las hormigas trabajan hoy, para el mañana.Las hormigas no procrastinan: difieren las acciones que necesitan tomar. En las hormigas se aplica el dicho «no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy». A diferencia de las hormigas, el perezoso dila en el tiempo su accionar. «Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo». El perezoso se debate entre la indecisión y la  duda; pero la acción diligente, a semejanza de la hormiga, es la mejor cura contra la indecisión. En ese sentido necesitamos desarrollar, como las hormigas, el hábito de la acción.Las hormigas son intencionales. Cada día salen con un objetivo en mente: obtener alimentos, y para eso crean la ocasión y la oportunidad, porque la buscan intensa y diligentemente. Francis Bacon dijo: «La ocasión hay que crearla; no esperar que llegue». La sabiduría instintiva de la hormiga le proporciona direccionalidad, y con disciplina atiende a la voz de sus instintos, y se moviliza a la acción coordinada con otras hormigas.

La hormiga es autogestionada

Las hormigas no tienen «capitán, ni gobernador, ni señor», pero a pesar de ello trabajan organizadamente en función de objetivos comunes. En este proceso las hormigas no precisan de supervisión o autoridad que vigile y chequee el trabajo realizado por cada una. Por el contrario, manifiestan una gran capacidad de autogestión y autonomía en el trabajo realizado. Se puede decir que la hormiga es automotivada. No requiere de monitoreo ni seguimiento para realizar su labor. En el caso de los seres humanos, ese nivel de funcionamiento supone que la persona ha asumido el liderazgo de su vida y la responsabilidad por su desempeño.

La hormiga actúa estratégicamente

Las hormigas actúan con sentido estratégico al tomar previsiones de largo plazo. «…prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento». La hormiga no está enfocada exclusivamente en la realidad presente, sino que trabaja preparándose para el futuro.Pensar en forma estratégica significa algo más que estar alerta ante las oportunidades que se nos presentan. Se necesita tener un fin determinado, un claro sentido de propósito. Se requiere también tener una visión clara: sentido de dirección de hacia dónde se quiere avanzar.Al igual que la hormiga, el líder con mentalidad estratégica diseña con proactividad el futuro de la organización. En este sentido, la mente del estratega siempre tiene planes para el futuro, constantemente están visualizando opciones y evaluando escenarios, porque tienen un propósito claro, articulado en objetivos definidos, lo que le permite anticiparse a la toma de decisiones, al determinar las acciones necesarias hoy que afectarán el futuro de la organización.

La hormiga toma medidas preventivas para preparase y protegerse contra la adversidad

La mejor protección contra las adversidades y dificultades futuras es la previsión. A diferencia del perezoso y negligente a quien su falta de previsión le trae calamidad: «…así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado», la hormiga se asegura de tener alimento para el tiempo en que se necesitará, como consecuencia de actuar con diligencia en el tiempo que se requería. La previsión y la diligencia nos protegen contra las circunstancias adversas del entorno, a la vez que nos permiten generar bienestar y prosperidad. «El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada» (Proverbios 13:4).

Enseñanzas para el liderazgo:

El trabajo es el fundamento de todo éxito. Representa una extraordinaria herramienta  para la expresión del genio y talento, y para la autorrealización  personal.

La perseverancia nos mantiene en la ruta, pero es la consistencia la que nos enfoca y logra los resultados.

«Estar sorprendido con lo que ocurre es un riesgo muy grande para tolerar» (Peter Drucker), sobre todo en un mundo tan complejo, competitivo y cambiante.

El ser estratégico y proactivo permite al líder tener capacidad de reacción antes situaciones imprevistas.

Lo vertiginoso y complejo del cambio no deja lugar para las improvisaciones. La falta de previsión y sentido estratégico puede resultar un error demasiado costoso, un lujo muy caro en estos tiempos de cambio permanente.

Es responsabilidad del líder generar la visión y las estrategias que permitan moldear el futuro. Lo cierto es que hay mucha gente «resolviendo problemas» en la organización, pero pocas personas enfocadas en el logro de la visión. La razón es que es más fácil enfocarse en resolver problemas actuales que moldear el futuro.

Pensamiento: «El genio no es otra cosa que trabajo y aplicación». Thomas A. Edinson.

Arnoldo Arana
Pastor, psicoterapeuta y escritor
arnoldoarana@hotmail.com

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