«Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto» (Eclesiastés 4:9-12).
En este pasaje el rey Salomón nos habla de la importancia del trabajo en equipo: mejores son dos que uno… y cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente. El mensaje subyacente de Salomón es «donde una sola persona fracasa, el que trabaja en equipo triunfa». Para ello usa tres ejemplos:
Si uno cae el otro lo puede levantar.
Si dos durmieren juntos, se calentaran mutuamente.
Si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán.
En cualquier caso la ventaja está en el acompañamiento, en el trabajo en equipo, en el trabajo colaborativo; en la complementariedad que surge de unificar los recursos, medios, habilidades, conocimientos y energías de cada persona. En todo caso al trabajar/cooperar de esta forma la proyección lleva no a duplicar los resultados, sino que llega a ser en realidad algo exponencial, pues no duplicamos sino multiplicamos.
Un elemento importante relacionado con el trabajo en equipo al que Salomón hace referencia es la generación de sinergia: el todo es más que la sumatoria de las partes. «Significa que la relación de las partes entre sí es una parte en y por sí mismas. Y no sólo una parte, sino la más catalizadora, la que genera más poder, la unificadora y la más estimulante» (S. Covey). La expresión cordón de tres dobleces (la cuerda de tres hilos) no se rompe fácilmente lleva implícita la idea de sinergia. Un hilo o cordel delgado puede parecer muy frágil, pero cuando se juntan varios de éstos, tienen una resistencia increíble. Siendo que los tres hilos juntos (como un todo), tienen una fuerza / resistencia superior a la sumatoria aritmética individual de cada uno de los hilos (genera un efecto geométrico más que aritmético).
La sinergia está en todas las manifestaciones de la naturaleza. Como cuando se entremezclan las raíces de dos árboles, lo que trae una mejoría en la calidad de los suelos, de tal manera que dichos árboles pueden crecer en forma más óptima que si estuvieran separados. La pregunta clave es cómo aplicar la sinergia que de manera natural se da en la naturaleza a los procesos humanos. La clave esta es asumir una conciencia de equipo, en la que cada miembro pueda brindar su aporte desde sus habilidades, talentos y competencias que posee.
Ahora, este proceso de trabajar con sinergia en el contexto de un equipo de trabajo, amerita valorar, respetar e integrar las diferencias existentes, a la vez que se compensan las debilidades y se construye sobre las fortalezas; además de la creación de un clima de confianza y de una adecuada comunicación.
Cuando un equipo genera sinergia, surge un efecto catalizador y unificador que habilita y libera el potencial y las energías de cada miembro del equipo, elevando su capacidad de desempeño y los resultados logrados.
Enseñanzas para el liderazgo:
El trabajo en equipo genera sinergia.
La sinergia significa que 1+1 puede ser igual a 4 o 15 e incluso 100.
Aprender a trabajar en equipo y aprovechar el potencial que hay en cada uno de los miembros de una organización puede convertirse en su mejor ventaja competitiva.
El cultivo de las relaciones ganar–ganar genera sinergia positiva. Por el contrario, las relaciones ganar–perder generan sinergia negativa.
La esencia de la sinergia consiste en valorar las diferencias.
Pensamiento: El todo es más que la sumatoria de las partes.
Arnoldo Arana
Pastor, psicoterapeuta y escritor
arnoldoarana@hotmail.com