Un hombre no tiene que ser perfecto para ser un hombre de Dios. Como escribe el Dr. Charles Stanley, un hombre de Dios es un hombre que madura, que se esfuerza, y que tiene buenos conocimientos. El primer paso en la verdadera hombría es el renacimiento espiritual.
En este clásico éxito de ventas, el Dr. Stanley trata cuestiones como las siguientes: ¿Qué nos puede enseñar Jesús acerca de la hombría?, Un verdadero líder, ¿cómo puede permitir que Dios lo guíe?, ¿Por qué es un hombre de Dios ‘como el terciopelo y como el acero’?
Editorial Portavoz