Una comunidad de fe en el Super Bowl

Recientemente se llevó a cabo el campeonato más sonado del fútbol americano, el Super Bowl, donde las Águilas de Filadelfia se enfrentaron a los Patriotas de Nueva Inglaterra, en el que resultaron ganadores las Águilas, quienes le dieron toda la gloria a Dios por el triunfo.

Pero para muchos de estos atletas, jugar el Super Bowl es mucho más que un campeonato, es un momento para compartir su fe en Cristo. El jugador Malcolm Jenkins dijo que tiene mucho que ver con la hermandad de fe que él y muchos de sus compañeros de equipo formaron en la temporada baja a través de estudios bíblicos, oración juntos e incluso bautismo.

«He visto cómo se bautizan tres hombres en las instalaciones del equipo. No creo que haya sucedido en ningún lado. Es solo una de esas cosas en las que la fe es una parte realmente importante de este equipo. Y estamos en comunión con los demás. Hablamos de ello, y ha sido único y especial ver que se desarrolle en un vestuario de la NFL», dijo Jenkins.

Zach Ertz está de acuerdo con Jenkins. Él dice que personalmente está cosechando los beneficios de un vestuario lleno de fe. «Entregué mi vida a Cristo en marzo. Me bauticé y me casé al día siguiente. Nuestro matrimonio se ha construido sobre la base de la Palabra y Jesús, y ha cambiado mi vida. Y solo el que mis compañeros me ayuden a rendir cuentas diariamente, ha sido fenomenal. Yo espero hacer lo mismo por ellos», dijo Ertz.

«Mi fe en el Señor ha sido mi base. Ha sido mi roca, mi punto fuerte. Él es lo que yo defiendo. Como equipo, somos fuertes en la fe. La gente nos dice desvalidos, pero nosotros nos consideramos bendecidos», dijo Will Beatty, de las Águilas.

El mariscal de campo de las Águilas, Nick Foles, ha recorrido un largo camino para llegar a este punto. Fue canjeado por los Eagles 2015. Dos temporadas más tarde, el equipo lo contrató nuevamente como respaldo de Carson Wentz.

Foles dice que todo se debe a la fidelidad de Dios. «Mi fe en el Señor significa todo. Creo en Jesucristo y eso es lo más importante. Eso es todo. No podría jugar sin Él porque no tengo la fuerza para salir y hacer esto. Esto es sobrenatural», dijo Foles.

«También es una oportunidad para salir y compartir lo que ha hecho en mi vida. Y no se trata de prosperar en absoluto. Se trata de cómo me he humillado. En mis debilidades, me hizo fuerte (2ª Corintios 12: 9). Cada vez que estaba en mi punto más bajo, ahí fue donde creció mi relación con Cristo», continuó Foles.

Pero la fe no se respira solo en los casilleros de las Águilas de Filadelfia, sino entre los Patriotas también. Ellos han ganado dos campeonatos en las últimas tres temporadas. Este año vieron la final como otra oportunidad para glorificar el nombre del Señor en el escenario más grande del fútbol.

«Siento que mi propósito aquí en la Liga de Fútbol Nacional (NFL, por sus siglas en inglés) y en esta tierra es más grande que el fútbol. Creo firmemente que se me ha dado la plataforma del fútbol para construir relaciones, construir puentes, conectarme con la gente y mostrarme ellos el amor de Cristo. Y eso es algo que he disfrutado desde que llegué aquí a Nueva Inglaterra y algo que continúo disfrutando», dijo el receptor Matthew Slater.

«Paso por mis altibajos. Soy un ser humano que se quiebra y tengo fallas y mis luchas, y Dios es el único que es consecuente. Dios es quien me lleva de la mano. Y estoy muy agradecido por Jesucristo y las cosas ha terminado en mi vida», dijo Nate Solder.

Los veteranos defensores de los Patriotas, Duran Harmon y Devin McCourty, dijeron que es cuando las cosas se ponen difíciles que se apoyan más en su fe para ayudarlos a mantenerse concentrados y equilibrados.

«Todo este viaje tiene altibajos, pero la única cosa que ha sido constante es Dios: su amor por mí, su gracia, su misericordia muestra continuamente su favor. Sé que tiene algo más grande para mí que el fútbol, pero yo solo mantengo el rumbo, continúo sirviéndole y todo lo demás se alineará en su lugar», aseguró Harmon.

Dwayne Allen firmó con el equipo en la temporada baja, por lo que esta es su primera aparición en el Super Bowl. Él ha trabajado duro para llegar aquí. Mientras está eufórico por la oportunidad, dice que ninguno de sus éxitos habría sido posible con su relación con Jesucristo. «Vuelvo al 8 de enero de 2014, cuando en mi habitación tuve un momento íntimo en el que me rendí a los pies de Cristo cuando le dije: ‘No puedo hacerlo solo. Lo intenté en los últimos 23 años y simplemente no funciona. Te necesito’. Y la forma en que Él ha venido a mi vida ha cambiado todo para mejor», dijo Allen.

«Dar ese paso para entregar tu vida a mi Señor y Salvador Jesucristo no es algo fácil. Pero la vida no está destinada a ser así, anímate porque Él ha conquistado todo, y esa es la fe que tengo», concluyó Dwayne Allen.◄