A inicio de mayo el comité ejecutivo de UNASCO ha aprobado una resolución que declara que Israel no tiene soberanía sobre Jerusalén, incluyendo el sector occidental donde está la Knesset, los ministerios y la casa del Presidente. 22 países (38 %) votaron a favor de la resolución, de los cuales 15 son países árabes o islámicos o de mayoría musulmana. Los otros siete países fueron Rusia, China, Brasil, Suecia, Sudáfrica, Vietnam y Nicaragua.
10 países se opusieron a la resolución: Estados Unidos, Italia, Alemania, Gran Bretaña, Holanda, Lituania, Grecia, Paraguay, Ucrania y Togo.
3 países no estuvieron presentes y 23 se abstuvieron, con lo cual confirmaron la máxima de Edmund Burke (1729-1797), «para que triunfe el mal, solo es necesario que los buenos no hagan nada».
Los palestinos proclamaron su triunfo, y los israelíes lo consideraron una victoria moral, ya que el 62 % de los países miembros del comité ejecutivo de UNASCO no aprobaron la moción, porcentaje mayor que el de votaciones anteriores anti-israelíes de la misma organización.
La reacción de Israel fue disminuir en un millón de dólares su contribución anual a las Naciones Unidas, y pedir explicaciones al embajador de Suecia, el único país europeo democrático que votó a favor de la resolución que niega a Israel todo derecho sobre su capital ancestral.
El voto de los 22 países negando el derecho de Israel a su capital carece de importancia. ¡La bandera de franjas azules y blancas, y en su centro la Estrella de David, ondea sobre Jerusalén!
David Mandel
Comunicador
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