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“Venezuela será ejemplo de rendición y avivamiento”

“Dios ha entrado en juicio con las naciones de la tierra y ha llamado a Venezuela en primer lugar, porque desea ponerla como ejemplo de redención, avivamiento y epicentro de su Reino en el último tiempo”

(Verdad y Vida).-

“Estamos en la séptima y última estación de La Cosiata esperando la consumación, la cual consiste en el surgimiento de una fuerte e irreparable traición militar dentro del gobierno bolivariano. Será el principio del fin, el inicio del desenlace. Si hago una analogía con el día de la crucifixión del Mesías y con todos los eventos cumplidos en ese día, solo faltaría la parte donde dijo: “consumado es” y en lo sucesivo entrega el espíritu”. Estas declaraciones provienen de Samuel Urdaneta, joven venezolano, quien con estudios teológicos y por una inquietud a raíz de leer el libro “Memorias de una nación en guerra”, del pastor José Ángel Hernández, así como también percibir impactantes frases proféticas convertidas en llamados de parte del profeta José Manuel Pérez, escribe el libro “La Cosiata vuelve a suceder en Venezuela”.
Urdaneta, utilizó la versión digital para plasmar siete estaciones, que son un comparativo histórico, donde gran parte de ellos tienen como escenario al país vecino Colombia, el Libertador Simón Bolívar, así como a otros personajes de la historia de Venezuela, al respecto señala “la chispa de ésta investigación no provino de mi humana concepción, sino de la revelación que Dios ha dado a los profetas. Y a partir de allí la investigación se estructuró al encontrar patrones comunes entre La Cosiata del siglo XIX y los acontecimientos recientes en Venezuela”.
Al consultarle ¿qué es la cosiata? para entrar en contexto dijo que, “en pocas palabras es el proceso de crisis política que trae división y confrontación en la nación venezolana; y por último suscita traición dentro del gobierno bolivariano. Así pasó en el siglo XIX y también ha de pasar pronto en este siglo XXI”.
Con respecto al vivir del venezolano acotó que las Sagradas Escrituras manifiestan lo siguiente, “Mateo 24:6, habla de ‘guerras, hambres, pestes y terremotos como principio de dolores en el planeta antes de la segunda venida de Cristo’. La Cosiata se enmarca allí, en el dolor de la guerra y la crisis política. Dios ha entrado en juicio con las naciones de la tierra y ha llamado a Venezuela en primer lugar, porque desea ponerla como ejemplo de redención, avivamiento y como epicentro de su Reino en el último tiempo”.
En torno a la séptima y última estación de su investigación comparte “al parecer están dadas todas las condiciones para que la palabra dada a los profetas se cumpla. La Nueva Venezuela es una niña que nacerá envuelta en sangre. Yo solamente digo como el Mesías antes de su hora crítica: ‘Padre, si es posible pasa de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya’”.
El papel de los líderes de las congregaciones en torno a lo descrito recalcó que “deben llamar al pueblo a la oración y a la intercesión profunda. La Iglesia en este tiempo debe hacer con ahínco la búsqueda espiritual y la intercesión. Otro enfoque importante es la preparación anticipada del pueblo entendido. Nosotros tenemos la palabra profética, la palabra del Eterno quién ha prometido que no hará nada sin revelarlo primero a sus siervos los profetas. Por ende, nada nos tomará por sorpresa. El pueblo de Dios no se ahogará en el diluvio, sino más bien atravesará la prueba en el “arca de Dios”. Pídale a Dios entendimiento y pregúntele, ¿cómo debe prepararse para atravesar la hora crítica?”.
De igual forma, exhorta críticamente porque “a esto hay que sumarle que hay muchos pastores y líderes evangélicos, que se han convertido en estorbo para el plan de Dios. Odian en su corazón lo que Dios ha revelado desde hace décadas para Venezuela. No lo dicen abiertamente, porque aman la vieja Venezuela y se sienten ligados a ella y no la quieren ver morir. Que cada quién revise y examine su corazón. Porque hay un remanente preciado, un grupo de trescientos compañeros de Gedeón, metafóricamente hablando, y con este Dios le va a entregar la victoria a Venezuela, primeramente la espiritual, y luego todas las demás (política, social, económica). De este grupo reducido y selecto que solo Dios sabe quiénes son y dónde están, saldrá el “rey sabio” que la nueva Venezuela merece para su total bendición. Un hombre temeroso de Dios que gobernará con el corazón y la sabiduría del Altísimo”.
La figura principal de uno de los personajes relevantes de la historia de Venezuela, como lo es el Libertador Bolívar añade que “ese título otorgado por el pueblo de aquella época emancipadora, no está en discusión. Pero nosotros, los receptores de la sabiduría divina, sabemos que Simón Bolívar triunfó en la guerra, pero fracasó rotundamente en la paz. Su propio proyecto de país se le desintegró en las manos. No supo construir una causa común, sino que polarizó a la nación en torno a él, dividiéndola y mermándola. Me imagino que después que renunció a la presidencia con intenciones de irse al exilio, tuvo mucho tiempo para reflexionar y para repasar lo que hizo y lo que no hizo. Un Bolívar próximo a morir nos deja en sus últimos votos la clave política para el surgimiento de la Nueva Venezuela. “Colombianos…” dijo en aquél entonces. Que aplicado al presente sería así: “Venezolanos, mis últimos votos son por la felicidad de La Patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, entonces yo bajaré tranquilo al sepulcro”. Esto lo que quiere decir, en cortas palabras, es que el camino político correcto no está en un polo o en el otro, está en el Centro, en el equilibrio sabio y en la Causa Común entre las facciones. Y así es que será levantada la Nueva Venezuela en nuestras manos por voluntad de Dios. Se levantará un paladín en las filas del remanente con la plena aprobación y la bendición del Altísimo, el cual sabrá convocar desde el “centro político” a las voluntades de los venezolanos y las hará confluir como si fuesen un solo hombre en torno a la restauración plena de esta tierra tricolor. Este hombre tendrá el corazón de David y la sabiduría de Salomón, y su administración será siete veces bendita. Habrá un profundo movimiento de reconciliación nacional y un gran avivamiento espiritual. Porque Dios se manifiesta en la Unión de los hombres y es más cercano cuando hay armonía entre unos y otros.
Hablando en estaciones, la publicación de este libro arribó a sus dos años, “la apreciación más importante que tengo es que los tiempos de Dios parecieran avanzar lento, pero certeza tenemos de que avanzan; sí, avanzan. Y más rápido avanzan cuando el cumplimiento definitivo se aproxima. Hace unos días estaba orando y le preguntaba al Padre cuánto más iba a tardar, me angustiaba en mi humanidad y derramaba mi alma delante de Dios, y Él trajo a mi mente, el siguiente texto en el libro del profeta Habacuc 2:3 “Porque es aún visión para el tiempo señalado: ella hablará al fin y no será frustrada. Aunque tarde, aguárdala, porque sin duda vendrá, y no se retrasará”. Fui confrontado en este versículo porque mi alma quería frustrarse ante la “aparente tardanza” del evento anunciado y esperado. La lección más grande que he aprendido al respecto es la de rendir mis tiempos, someter los apuros de mi humanidad, disolver mis premuras, ante el soberano tiempo del Rey de lo imposible”.
Por último, declaró que se encuentra ampliando “La Cosiata vuelve a suceder en Venezuela” y de igual manera añadió “les prometo que cuando todo haya sido consumado publicaré una segunda edición que sí saldrá en físico. Será un tiempo donde la alegría y el gozo de nuestro Dios se sobrepondrán a cualquier sentimiento”.
De modo similar, comentó que se encuentra elaborando su segundo libro que va “orientado a las páginas blancas del panorama profético venezolano, y cuando digo “páginas blancas” me refiero a los planes de bien, felicidad y gloria que Dios ha hecho gravitar sobre La Nueva Venezuela”.

¿QUIÉN ES SAMUEL URDANETA?

Joven venezolano, egresado del Alma Mater de Oriente en Ingeniera de Petróleo. De igual forma, posee estudios en Teología Bíblica en la Escuela Misionera del Movimiento Misionero Mundial en Venezuela. Asume la lectura, investigación y el aprendizaje de nuevos temas con entusiasmo. Exalta la Biblia como el “libro de su vida” y el que más constantemente repasa. Posee un canal en Youtube y un blog sabiduriaparacrecer.blogspot.com en el cual podrás leer diversidad de temas con enfoque bíblico.
Si desea saber un poco más acerca de este joven investigador, visite: https://www.youtube.com/watch?v=wfyN_0bBsgc
Si quiere leer su libro “La Cosiata vuelve a suceder en Venezuela”, puede leerlo o descargarlo en: https://sabiduriaparacrecer.blogspot.com/p/la-cosiata-vuelve-suceder-en-venezuela_63.html
También puede ver el video resumen del libro en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=UyAlo3y6b2o

LA COSIATA

¿QUÉ FUE LA COSIATA O REVOLUCIÓN DE LOS MORROCOYES?

Fue un movimiento político liderado por el general José Antonio Páez que inicia el 30 de abril de 1826, en la ciudad de Valencia, Venezuela. El movimiento tenía como objetivo separar a Venezuela de la Gran Colombia.
Originalmente el movimiento buscaba reformar la Constitución de Cúcuta y el rompimiento con las autoridades de Santa Fe de Bogotá, pero seguir bajo las órdenes del Libertador Simón Bolívar. Otros historiadores indican que la separación de Venezuela era inminente desde la creación de la Gran Colombia.

CAUSAS QUE ORIGINARON LA COSIATA

Desde un principio los venezolanos no estaban de acuerdo con lo creación de la Gran Colombia, ya que se sentían desplazados.
Con la promulgación de la Constitución de Cúcuta (Constitución de la Gran Colombia) el 12 de julio de 1821, el pueblo venezolano que tanto había luchado por la independencia, nunca aceptó la decisión de Simón Bolívar de colocar a Bogotá como capital y no Caracas.
También, la elección de Francisco de Paula Santander para la Vicepresidencia, la economía y la escogencia de un sistema centralista en vez de uno federal, entre otros puntos, fueron temas de grandes discusiones y disgustos en los venezolanos que originaron La Cosiata.

ANTECEDENTES

El 31 de agosto de 1824 el general Francisco de Paula Santander, por una supuesta Santa Alianza entre Francia y España, para reconquistar a América, decreta un alistamiento general de todos los ciudadanos entre los 16 y los 50 años en el país, y le exige al Departamento de Venezuela un contingente de 50.000 hombres para ser enviados a Bogotá.
Por su parte, el general José Antonio Páez, para demostrar su disgusto a las decisiones del gobierno de Bogotá, engaveta el decreto. Debido a las continuas presiones bogotanas, a finales de 1825, Páez decide acatar el alistamiento de los venezolanos e inicia un reclutamiento, pero solo logra alistar a 800 ciudadanos, viéndose obligado a realizar una segunda y tercera convocatoria con ayuda del general Juan de Escalona, terminando estos alistamientos en intensos disturbios.
Al Concejo Municipal de Caracas llegan reportes de los excesos en el reclutamiento, lo que origina una acusación que prospera en el Senado de Bogotá. Finalmente, el general Páez es destituido de su puesto de Comandante General del Departamento de Venezuela por abuso de autoridad, le entrega el mando al general Juan de Escalona y es llamado inmediatamente a Bogotá para enfrentar un juicio por votación del Senado.

INICIO DE LA COSIATA

Evitando ser condenado y fusilado injustamente, el general Páez se niega a acatar la orden de ir a Bogotá, se declara en rebelión y se instala en la ciudad de Valencia.
Tres meses después surge una revuelta de ciudadanos frente al Concejo Municipal de Valencia. Debido a la alteración del orden público se llega a la conclusión de traer de nuevo al general Páez a la jefatura del país.
El 30 de abril de 1826 el Consejo Municipal de Valencia se reúne nuevamente y decide que el general Páez asuma el gobierno de Venezuela. Además, en sesión multitudinaria del 5 de mayo de 1826, cuenta ahora con el apoyo del Consejo de Caracas.
El 14 de mayo de 1826 el general Páez se juramenta ante el gobernador Fernando Peñalver y se compromete a no obedecer órdenes del Gobierno Central de Bogotá.
El 31 de diciembre 1826, Simón Bolívar llega a Puerto Cabello y días después en la población de Naguanagua se encuentra con Páez, reafirmando así su unión libertadora. El Libertador le otorga una amnistía general, y ratifica a José Antonio Páez como Jefe Civil y Militar del departamento de Venezuela.
Entre el 9 de abril y el 10 de junio de 1828, se realiza la Convención de Ocaña que busca reformar la Constitución de Cúcuta. Entre los puntos más polémicos se encontraban; el centralismo y el federalismo.
El 27 de agosto de 1828, Simón Bolívar por su deseo de tener una Gran Colombia unida, se proclama Dictador y firma una carta revocando los poderes de los diputados de Bogotá a la Gran Convención, se desconocen los actos de la Constituyente de Ocaña y asume el mando supremo de la nación.
El 25 de septiembre de 1828 se produce un atentado contra la vida del Libertador Simón Bolívar, conocido como la Conspiración Septembrina, el cual fracasa.
Entre el 23 y 25 de noviembre de 1829, unas asambleas populares reunidas en el Convento de San Francisco en Caracas, acordaron desconocer la autoridad de Simón Bolívar y del Gobierno Colombiano, y apoyar la separación definitiva de Venezuela del gobierno de Bogotá. Le entregan el poder a Páez quien en un oficio se lo hace saber a Bolívar.
El 6 de mayo de 1830 se instala el Congreso Constituyente en Valencia, este confirma al general José Antonio Páez como presidente de Venezuela, quien declara la total autonomía de Venezuela.
El 22 de septiembre de 1830 el Congreso de Valencia aprueba la nueva Constitución, con lo cual Venezuela queda definitivamente separada de la Gran Colombia.

El mapa de la Gran Colombia y el General José Antonio Páez, quien declara la total autonomía de Venezuela

Fuente: www.actualidad-24.com
Editado e ilustrado por Verdad y Vida

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