¿Quieres escapar de las situaciones difíciles que se aproximan? Empieza a cumplir los principios de Dios

“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas” (1ª Pedro 1:6).
La Biblia dice que vienen tiempos difíciles, que por haberse multiplicado la maldad y los hombres darle la espalda a Dios, los juicios de Dios pronto serán una realidad sobre este planeta. Cada vez oiremos de nuevas pestes, de terremotos cada vez más destructivos, de inflación, hambre y escasez. También serán notorios los crímenes de odio racial, hijos matando a sus padres y los padres a los hijos, la convulsión por la injusticia social, será notoria en muchos países. Todas son señales que nos dio Jesús, para que podamos discernir los tiempos del fin, aunque estas cosas, siempre han pasado, nunca con la intensidad de estos días.
Ahora bien, ¿cuál es el consejo de Dios para sus hijos? Dice: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Lucas 21:28). El Señor nos ha revelado principios, que si los practicamos seremos guardados, porque serán como un sello sobre nosotros. “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6:38). Cumplir con el principio de dar, hará que no falte el pan en nuestra mesa. La reacción natural en la escasez es retener, es esconder para no compartir, el resultado será todo lo contrario, será hambre y escasez. Pero los que cumplen con el dar, verán la Gloria de Dios.
El dar tiene su llave, es primeramente los diezmos para sostener la obra de Dios, después honrar “a padre y madre”, “para que te vaya bien y seas de larga vida”. Luego está el compartir con los demás, de nada servirá si compartes con tú prójimo, mientras tu padre o madre no recibe de ti lo que necesita. Dice la Palabra que, Dios nos dará en la misma medida que nosotros demos, si damos poco seremos bendecidos poco, si damos más, más seremos bendecidos. Dice así: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6:38).
Una cosa importante es saber que es inútil pedir para dar, tenemos que empezar con lo poco que tengamos, así como la viuda que dio dos moneditas y Cristo la alabó porque dio todo lo tenía. ¿Quieres escapar de las situaciones difíciles que se aproximan? Empieza a cumplir los principios de Dios. ¡Dios te bendiga!!!
Fernando Regnault
Maestro de la Palabra
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