Corría el año 1992, uno muy singular dentro de la historia contemporánea venezolana. El 4 de febrero, el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías era presentado ante las cámaras de televisión tras ser arrestado luego del fracaso de la intentona golpista contra el presidente Carlos Andrés Pérez. Esto pintaba que ese año sería uno muy diferente, y lo fue.
En ese convulso año, pero el 15 de julio, veía luz la primera edición del periódico venezolano Verdad y Vida, «El Quincenario Cristiano de Venezuela», con su eslogan: «Periodismo veraz al servicio del Señor», y con su versículo bíblico lema: «Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza» (Salmo 145:6. RVR 1960). Fue, y sigue siendo, el único medio impreso quincenal de todo el mundo hispano y uno de lo medios cristianos más antiguos de nuestro hemisferio; para gloria y honra de Dios.
Verdad y Vida tiene desde su fundación una amplia línea editorial independiente, objetiva y abierta a toda corriente de pensamiento cristiano bíblico; es eminentemente interdenominacional, pero no interconfesional, dado el firme compromiso con el Señor y las Sagradas Escrituras contenidas en la Biblia. Su enfoque cubre tres áreas fundamentales para el cristianismo de los tiempos del fin, como lo son: la escatología, la apologética y la evangelización; todas conjugadas en su amplia labor informativa y educativa.
Durante estos 28 años, este medio impreso ha mantenido las instrucciones que el Espíritu Santo ordenó asumir. También ha mantenido su independencia editorial y su dependencia total de Dios. Él pidió que sí la última página, llamada «página roja» por la prensa secular, dado que en ella reseñan los hechos violentos, hurtos y demás fechorías que se cometen a diario en la sociedad; indicándonos el Señor que «contrario al mundo, ahí publicarán mi manifestación poderosa y gloriosa en la vida de las personas, ciudades y naciones»; esa página se llama hasta hoy: Testificando de Cristo.
Como medio que cumple con las leyes venezolanas y con la ética periodística, desde su primer ejemplar en circulación, Verdad y Vida ha contado con profesionales de la comunicación social afiliados al Colegio Nacional de Periodistas, como lo exige la Ley del Ejercicio del Periodismo de Venezuela; por nuestra Redacción han pasado, los siguientes periodistas: Pedro Velásquez, María Calderón de Palomares, Juan Carlos Álvarez, Edgar Zabala Blanco, Greyda Durán de Rodríguez, Jorely Corona, Marianna Moreno de Osorio y, actualmente, se encuentra Ernesto González.
El diseño gráfico es parte importante en la presentación y calidad de un medio impreso, y más recientemente en la versión digital; a Dios gracias, tanto «su contenido informativo como su presentación e impresión ha sido una de las fortalezas de Verdad y Vida», dicho por muchos expertos en la materia. Por el Departamento de Diseño han pasado: Nelson Pérez, Juan Carlos Martínez, Lissete Urosa, Juan Carlos Álvarez, Lourdes Piña, Yubetsi Ávila, Verónica Montaner de Doumat, Cleivy Támara, Jesús Machado y Yesica Carreño de García, quien está actualmente. Al frente de las redes sociales y la versión digital, está el joven Jeremy Graterol.
La primera Junta Directiva estuvo integrada por los pastores: Nieves Oswaldo Flores, Hamilton Tovar, Ernesto Clemente, Juan Hernández y Georges Doumat B., quien ha fungido como Director/Editor desde su fundación, pero que para la fecha no ejercía el ministerio pastoral. La Directiva ha sufrido pocos cambios en 28 años, y en la actualidad está integrada por: Georges Doumat B., Eduardo León Fuentes (quien funge de administrador desde hace 25 años aproximadamente), Verónica Montaner de Doumat.
Desde el 15 de julio de 1992, este medio impreso ha vivido todas las crisis sociales, políticas y económicas de los últimos 28 años. Nació el año de los dos intentos de golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez (4 de febrero y 21 de noviembre de 1992, respectivamente); también la salida del poder de Pérez en 1993, acusado de «peculado» y procesado por la entonces Corte Suprema de Justicia; el gobierno interino del historiador y escritor Ramón J. Velásquez, quien para entonces se desempeñaba como Senador por el estado Táchira y que asumió la Presidencia de la República el 5 de junio de 1993, designado por el Congreso Nacional para sustituir a Carlos Andrés Pérez hasta las elecciones de diciembre de ese año, las cuales ganó el expresidente Rafael Caldera.
Por la convulsión sociopolítica, el quinquenio de Caldera fue uno de muchos altibajos y de una «tensa paz», todo lo cual afectó la economía y, por ende, a Verdad y Vida. En diciembre de 1998 resulta electo Hugo Rafael Chávez Frías, quien gobernó hasta diciembre de 2012 cuando se somete a una operación de la cual nunca se repuso hasta que se anuncia su muerte de manera oficial el 5 de marzo de 2013.
Nicolás Maduro Moros, para entonces vicepresidente de la República, asumió la Presidencia en abril de 2013 en medio de mucha diatriba política y jurídica, hasta que se convocan las elecciones presidenciales de ley, 30 días posteriores a la muerte del recién electo y Chávez Frías. Maduro gana de manera muy cerrada, lo cual eclipsa y polariza más al país, afectando severamente la economía venezolana y nuestro signo monetario comenzó a descender al abismo sin fin.
En mayo de 2018 se convocan unas nuevas elecciones presidenciales muy controversiales y rechazadas no solo por muchos partidos de oposición, sino por decenas de naciones del mundo; las mismas son ganadas por Maduro Moros casi en solitario ante la no participación de los opositores. Esta situación agrava todavía más la crisis de Venezuela y lanza al país por el abismo de la hiperinflación hasta el día de hoy (15 de julio de 2020).
Desde 1992 hasta el año 2020, Venezuela no ha salido de su grave y profetizada crisis política, arrastrando tras de sí a todo un país, su economía y, por supuesto, a la Iglesia de Cristo y Verdad y Vida, testigo del empobrecimiento y la destrucción del otrora 6º país más próspero de mediados del siglo pasado. Este medio impreso no solo ha reseñado mucho de lo ocurrido al país y la Iglesia, sino que ha sido víctima de esta creciente crisis que ha amenazado con sacarnos de circulación en no pocas oportunidades, pero Dios de manera milagrosa ha sostenido a este Quincenario cristiano, como nos lo prometió desde su fundación.
La fidelidad de Dios ha sido grande para con nosotros, nos ha sostenido como a la viuda de Sarepta (1 Reyes 17), cuando escasean los ingresos Él hace un milagro de provisión, hasta que la sequía espiritual llegue a su fin y venga la Nueva Venezuela con sus bendiciones para que así alcancemos a todos los kioscos del país, tal y como el Señor nos dijo en nuestros inicios.
Verdad y Vida nació en plena crisis nacional y se ha convertido en la memoria histórica y una voz profética dentro de la Iglesia venezolana; al nivel que hasta académicos universitarios han visitado nuestra sede para hurgar entre sus páginas ricas en información del acontecer cristiano nacional y latinoamericano, para luego plasmarlo en sus tesis de grado y trabajos de ascenso.
Muchas han sido las promesas de Dios para con nosotros, algunas se han cumplido, otras están apenas cumpliéndose y otras aún no han llegado. Singular mención merece una palabra dada por el Espíritu Santo, a través del Dr. Alberto Mottesi, el 18 de julio de 1998, durante el evento realizado en el marco del 6º Aniversario de «Verdad y Vida»:
“El periódico es mucho más que papel, mucho más que tinta, mucho más que noticias; el periódico es mi instrumento para mover a mi pueblo dormido, enojón y divisorio para que se junte como un ejército, porque pronto se escuchará sobre toda Venezuela mi trompeta, y los míos se reunirán como ejército grande para tomar a esta nación para mi… Siervo mío [Georges Doumat B.], recuerda, fidelidad, el resto yo lo hago. Lo único que anhelo en ti es que me seas fiel, el resto yo lo hago, yo lo hago, dice Jehová de los ejércitos, yo lo hago”.
Muchas son las cosas que el Señor ha hecho con y a través de este medio impreso, tendríamos que dedicar un libro completo para reseñarlas; en todas y cada una hemos visto la poderosa y misericordiosa mano del Altísimo actuando en favor de nosotros, de miles de personas y muchas congregaciones, hemos sido durante 28 años testigos de primera línea de lo afirmado por el rey David en el Salmo 145:6, que parafraseamos: «Del poder de tus hechos estupendos han hablado» y testificado con pruebas indubitables «los hombres, y yo [Verdad y Vida] he publicado tu grandeza». Y lo seguiremos haciendo hasta que Cristo venga por Su Iglesia.
Todos estos «hechos estupendos» de Dios han mostrado Su fidelidad para con nosotros y con todos aquellos que han decidido poner sus vidas, familias y bienes en las seguras y poderosas manos del Rey de reyes y Señor de señores. A Él sea gloria, honra y alabanza; hoy, mañana y por los siglos de los siglos…
Georges Doumat B