(Acontecer Cristiano – Verdad y Vida).-
Para muchas personas los diagnósticos médicos son la «última palabra» en cuanto a su salud o la salud de un familiar, pero la fe en Cristo ha demostrado que aunque la ciencia dé un pronóstico negativo, el Señor puede cambiarlo.
Tal fue el caso de dos niños, que aunque los doctores declararon que tenían daño y muerte cerebral y podrían vivir en estado vegetal, Dios hizo lo imposible.
Uno de ellos, de 13 años volvió milagrosamente a la vida, un día antes que los médicos apagaran las máquinas que lo mantenían respirando. «No hay otra explicación, Dios hizo el milagro», dijo el menor.
Trenton McKinley, fue diagnosticado con muerte cerebral y luchaba por su vida, después que sufrió una grave lesión en un accidente automovilístico. El adolescente, sufrió múltiples fracturas de cráneo y fue llevado de emergencia al hospital de Mobile en Alabama, Estados Unidos.
Los doctores diagnosticaron un severo traumatismo de cráneo y como consecuencia nunca más volvería a la normalidad. Este golpe le provocó problemas de oxigenación del cerebro, algo tan grave que si lograba sobrevivir, «sería un vegetal», sentenciaron.
Los médicos no tenían esperanzas sobre el pronóstico de Trenton, y explicaron a sus padres que nunca volvería a ser normal, incluso si se despertaba de sus heridas.
En los días siguientes, el adolescente se mantuvo con muerte cerebral y respirando con dificultad. Los padres tuvieron que tomar la difícil decisión y optaron por firmar los papeles para la donación de sus órganos y así poder ayudar a otras personas.
El milagro
Su madre, Jennifer Nicole Reindl, una creyente en el Señor, confiaba en que Dios haría Su voluntad para la vida de su hijo Trenton.
Poco tiempo antes de la hora marcada para apagar las máquinas que lo mantenían vivo, Trenton empezó a mostrar signos de actividad cerebral, comenzó a «revivir», dijo la madre. Después, pasó a respirar solo, hasta que despertó totalmente.
Para los médicos esto fue algo inesperado. Reindl dijo que la recuperación de su pequeño hijo al borde de la muerte, es un «verdadero milagro», y aseguró que la mano de Dios estaba detrás de todo. «Dios es bueno», afirmó.
Por su parte, Trenton, al describir lo que sucedió dijo a FOX 10 News: «Me golpeé en el concreto y un pequeño remolque cayó sobre mi cabeza. Después de eso, no recuerdo nada». El niño contó también que estuvo en el cielo por un momento, «estaba caminando en un campo abierto», dijo.
Reconoció que su cerebro revivió gracias al poder del Señor, «no hay otra explicación más allá de Dios. No hay otra manera. Hasta los médicos lo dijeron».
El poder de la oración
Otro caso fue el del adolescente que murió ahogado en un lago tras permanecer 15 minutos bajo el agua. Después que sacaron el cuerpo, su madre comenzó a orar y el joven volvió a vivir.
John Smith de 14 años, estaba jugando con otros dos amigos cerca de un lago cuando resbalaron por el hielo y cayeron al agua. Cuando los rescatistas llegaron, uno de los chicos había salido y el segundo se encontraba sostenido en un trozo de hielo, pero Smith no pudo ser encontrado.
Posteriormente el cuerpo del adolescente fue localizado y transportado al hospital, donde los médicos trataron de revivirlo por casi media hora, sin tener éxito. Los doctores no tenían esperanza de que el joven viviera, no estaban seguros de cuánto tiempo deberían seguir intentando salvarlo; él había estado clínicamente muerto durante 45 minutos y tenía una temperatura interna de 88 grados.
El Dr. Ken Sutterer, un cristiano cuya hija asiste a la misma escuela de Smith, llamó a Joyce, la madre del joven, para darle la noticia. La mujer, al saber que su hijo había muerto, comenzó a orar en voz alta: «Dios, por favor, que tu Espíritu Santo salve a mi hijo. Quiero que mi hijo viva, por favor dale la vida», clamó Joyce.
Fue en cuestión de minutos después de la oración que ocurrió el milagro. «De repente oí decir: ‘tenemos pulso; tenemos pulso’», recordó Smith.
Smith fue trasladado en avión al Centro Médico para Niños Cardenal Glennon para su posterior tratamiento, pero seguían las preocupaciones sobre cuánta función cerebral tendría, ya que había estado sin oxígeno durante mucho tiempo. Sorprendentemente, no sufrió ningún daño cerebral y en 48 horas, Smith abrió los ojos y respondió perfectamente a las preguntas de los médicos.
«Me sorprende que hoy esté vivo, es un verdadero milagro, y doy gracias a Dios por estar con vida», dijo Smith. «Hay una razón por la que estoy vivo, así que solo voy a seguir lo que Dios tiene para mí durante toda mi vida».
Cuestión de fe y propósito
Para cualquier persona es imposible volver de la muerte, pero el poder de la fe en Cristo supera lo imposible. En Cristo Jesús hay salvación, sanidad y vida eterna.
En palabras del apóstol Pablo: «es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (Hebreos 11:1), y por medio de ella, estos dos niños volvieron a la vida contra todo pronóstico médico. Bien dice Jesús que «para quien cree, todo es posible» (Marcos 9:23) y a través del poder de la oración, muchas cosas pueden suceder en favor de quienes claman al Padre celestial, especialmente a aquellos a los que el Señor ha entregado un propósito divino.
Dice la Palabra de Dios: «Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito» (Romanos 8:20).◄