
¡VENEZUELA SE HA CORROMPIDO!
“Muchos de mis ministros se han corrompido con ella. Mucho pueblo mío se ha corrompido. Satanás me ha pedido a Venezuela y yo se la he entregado”.
Cuando oí esto; mi corazón se turbó y lloré mucho.
Yo estaba a la derecha de su trono, más no era posible verlo a causa de su luz.
Solo podía hablarle y le dije: ‘Señor… entonces Señor, ¿no hay esperanza?’.
Y él me dijo: “Yo tengo un REMANENTE que no se ha corrompido. A causa del clamor y la humillación de este mi remanente, yo tendré misericordia de Venezuela”.
Cito aquí lo esencial de la segunda revelación que recibí del Señor inmediatamente después de recibir la revelación de los tres golpes. Esta segunda revelación yo la llamé: La revelación de la esperanza.
Revelación recibida de parte del Señor en Cabure, Estado Falcón Venezuela, en la Iglesia Misionera de La Sierra. Octubre de 1988.
Toda profecía verdadera viene del Señor y por venir de él, de su boca, tendrá su pleno cumplimiento; a menos que esta profecía esté condicionada a un cambio en la actitud del receptor, poniendo como ejemplo el caso de Nínive (Jonás 3).
Toda profecía extrabíblica, que, aunque no podemos considerarla inspirada o canónica; la podemos considerar como una palabra revelada por Dios, útil dentro de un contexto histórico particular o general en el cual Dios en su soberanía decide revelarse a un hombre, a una comunidad o incluso a una nación; manteniendo su derecho como Dios de hacerlo; tal y como lo demostró en el pasado durante toda la revelación canónica. ¿Será entonces correcto desvalorarla, ignorarla o desacreditarla cuando su fuente es el mismo Dios que nos prometió hablarnos a través de sus profetas?
Algunos hermanos, incluso ministros preguntan, “si el Señor nos dará una nueva Venezuela, antes de que el levante su iglesia”.
Mi respuesta es: ¡Si!
Por ejemplo:
Se profetizó para Venezuela:
- que vendría hambre
- violencia
- derramamiento de sangre
- miseria
- persecución política y más.
Incluso, dijo el Espíritu Santo: “Si no queréis que Venezuela sea convertida en otra Cuba, clamad a mí, llorad por vuestros hijos”.
También el Espíritu Santo dijo que nos daría una nueva Venezuela, siendo necesario el proceso primero.
¿Por qué se está cumpliendo tal profecía?
Porque es profecía verdadera. ¿Y lo que resta de esta profecía, no se cumplirá?
La única manera de que una profecía dada por el soberano Dios (aunque esta no sea predictivamente bíblica) no se cumpla, es que esta profecía esté condicionada a la respuesta del pueblo sobre el cual se anuncia tal profecía.
Por ende; si la profecía dada por los hombres de Dios a Venezuela se está cumpliendo, es porque no ha habido el cambio de actitud en muchos de sus ministros y en su pueblo. Las cosas han empeorado, y esta realidad no se puede negar, aunque no todos los ministros la pueden discernir y son pocos los que reconocen que no estamos mejor que antes.
Todo se está cumpliendo. La palabra de Dios es fiel.
El parto será con sangre y dolor, pero nacerá y será una Venezuela hermosa, instrumento del Señor para la bendición de naciones.
Esto lo haría Dios a causa de su remanente; el cual creyó, esperó en Él y no se contaminó con el pecado de la incredulidad, la idolatría, la santería y la brujería.
No le rindió honores a la santería gubernamental como lo hicieron muchos ministros. Este remanente lloró y se contristó cuando en Venezuela el nombre del Padre fue blasfemado a través de los credos gubernamentales, como, por ejemplo, “padre Chávez que estás en los cielos”.
El Señor pasará factura a ministros “cristianos” que, en vez de creer y santificarse, se contaminaron más, aún viendo el cumplimiento en pleno de la profecía verdadera, pusieron en el olvido la voz de Dios que habló por la boca de sus profetas.
Hoy en día el espíritu de estupor (No reaccionar a la realidad) los ha envuelto más en su ceguera y su sordera.
Es increíble que quieran ver más de lo que ven, y quieran oír más de lo que oyen.
La palabra profética para Venezuela viene gestándose desde hace 57 años, hasta este año 2020.
Esta profecía en muchos ministros ha sido valorada en menos que nada.
¿Agrada esto al Señor?
Libro: (Realidad profética de Venezuela 1.963 -1.992 por Rvdo. Orlando Anzola).
Rvdo. Carlos Jiménez. Quien fue voz profética en el año 1984.
Soy responsable de lo que escribo como voz profética del año 1988 al año 1993.
También incluyo la poesía profética recibida del Señor en el año 1996.
Debo mencionar a los siguientes profetas, quienes profetizaron verazmente; casi en este mismo período de tiempo:
Rvdo. José Manuel Pérez
Rvdo. José Ángel Hernández
Rvdo. Silvilio Pérez
Así como otros profetas.
Muchos son los ministros y cristianos que han perdido la fe y piensan que no es posible una recuperación para Venezuela, ante la realidad en la que se encuentra, y que tal vez no habrá ningún parto.
La veracidad de la profecías fundamentales y verdaderas nos dicen que sí.
Es muy importante que el remanente sepa que este acontecimiento se produciría en un tiempo muy difícil.
Habrá gran humillación y el compungimiento de espíritu de nosotros los ministros será fuerte. Puedo sentir en mi espíritu mi propio llanto, mientras escribo este texto.
El Dios eterno no se inmuta. Él dijo: “Ofrecí a precio barato y no quisisteis comprar” – dijo el Señor 35 años atrás.
Algunos han mal interpretado, lo que escribí en la primera carta que envié al remanente, especialmente cuando hago alusión al mensaje radical del Señor en cuanto a que los ministros cristianos debemos pedir perdón con verdadera humillación.
Este mensaje del Espíritu Santo sigue inmutable hasta el día de hoy, y no cambiará.
Si hay alguna profecía, que lo contradiga, tal profecía no viene de Dios.
No es que no haya más profecías. Creo que el Señor ha hablado por la boca de otros profetas y aun hablará a su pueblo; y al ser profetas del Señor, sus profecías estarán aliadas y obviamente van a corroborar la profecía que hace el llamado al arrepentimiento y la humillación delante de Él, confesando nuestro pecado cometido contra el Señor.
Toda profecía contraria a la verdadera voz del Señor debe ser rechazada por el remanente.
Desde el año 1988 el mensaje profético ha sido un llamado a pedir perdón ante Dios por esta nación con arrepentimiento; no lo hizo el Espíritu Santo al gobierno de turno, ni a sus instituciones etc., sino al ministerio cristiano.
Quien diga que esto no es verdad, estaría mintiendo. Sin duda se levantarán profetas falsos, como siempre ha pasado.
Aunque tales profecías vengan de algunos mal llamados apóstoles y otros mal llamados profetas. Estos son los Ananías del momento para Venezuela. No vienen con palabra del Espíritu Santo y sus profecías nunca se cumplirán.
¡Vamos remanente, ánimo!
Luchemos con fe y obediencia; a la vez oremos con perseverancia y esperanza.
Justificar los pecados de incredulidad, burla a la profecía.
La traición de muchos en aceptar la cobertura de los agoreros, cuya religión oficial es la santería; la venta de las convicciones cristianas y ministeriales por dinero etc., justificar o tratar de explicar tales pecados, es la peor torpeza que se pueda cometer.
¿Hablo yo de todos?, por supuesto que no; si yo hablara de todos, ¡¡¡entonces no habría remanente!!!
¿De qué mente salió que la salida salomónica, era parar la voz de Dios; o lo mismo, ¿callar los profetas para evitar las decisiones suicidas en x personas o familias a causa de lo que venía para Venezuela?
¿Pretendemos decir que el Espíritu Santo cayó la boca de los profetas por tal circunstancia? o ¿porque le pareció sabio a los líderes cristianos que lo hicieron?
¿A quién quieren convencer con estos argumentos tan súper increíbles?
¿Dónde estuvo la irreverencia del profeta Ezequiel al obedecer sin reservas al Eterno, en aceptar comer pan hecho con masa y estiércol humano o la locura de Óseas al obedecer a Dios en acostarse con una prostituta, para que llamemos extremista al profeta que se quitó la camisa en obediencia en uno de nuestros masivos cultos, o lo cataloguemos como desorden profético?
Finalmente me siento motivado a mencionar las palabras recientes de un amado y apreciado ministro del Señor:
“EL PECADO NO SE EXPLICA, EL PECADO SE CONFIESA” – Pastor Néstor Blanco.
De mi puño y letra, único responsable por el contenido de esta carta enviada al remanente cristiano temeroso de Dios, y de su palabra.
Pastor: Ángel R. Hernández