(El Nacional/ VyV).-
El 95 % de los estudiantes venezolanos ha presenciado hechos violentos en sus planteles. Las peleas o amenazas entre los jóvenes dentro del colegio, aunque a veces se vea como simples «bromas», ocurren todos los días.
Las denuncias de agresividad entre alumnos y la indefensión de los docentes, motivó a la Federación Venezolana de Maestros (FVM), a través de la Fundación para el Desarrollo Integral del Docente, a indagar sobre la percepción que tienen los jóvenes sobre la violencia en los centros educativos.
En la investigación participaron 1.064 estudiantes de la etapa de educación básica (de primero a tercer año). Se realizó a través de un cuestionario que aplicaron directores y profesores en 15 planteles públicos seleccionados al azar, en 7 estados del país (Miranda, Vargas, Guárico, Zulia, Sucre, Trujillo y Distrito Capital). Estuvo dirigida a jóvenes en edades comprendidas entre los 13 y los 14 años: 32 % del primer año de secundaria, 33 % del segundo año y 35 % del tercer año. El estudio consideró las acciones violentas emitidas o recibidas por los alumnos, tal como ellos mismos las percibieron.
Los estudiantes están acostumbrados a ver actos violentos en sus planteles: 56,9 % dijo que ocurren a diario, mientras que 23,1 % afirmó que solo pasan una vez por semana, 11,4 % una vez por mes, 4,1 % una vez en el año escolar y 4,5 % dijo que nunca observan eventos violentos.
75 % de los estudiantes calificó las acciones que ven en sus planteles de «algo violentas» y 13 % de «bastante violentas». Según los encuestados, la presencia de daños psicológicos, como burlas, amenazas, ofensas y rumores para perjudicar a otros, supera a la violencia directa (golpes o robos). 79,9 % de los estudiantes dijo saber de compañeros que se han atacado a golpes o patadas y 76,9 % manifestó haber oído que roban. El «chalequeo» o echar broma, para poner en ridículo a otros, es la forma de violencia más común: 94,2 % afirmó que hay estudiantes que aplican esta práctica, esto también se le conoce como «bullying».
De acuerdo con la percepción de los jóvenes, los daños y amenazas a alumnos ocurren con mayor frecuencia en las canchas deportivas y en las salidas de los planteles, frente a la mirada de los docentes. 76,5 % de los encuestados dijo que los profesores se dan cuentan cuando ocurren los hechos violentos. 41,1 % afirmó haber visto armas dentro de las instalaciones.
El presidente de la FVM, Orlando Alzuru, señaló que la incidencia de la violencia escolar en los últimos años se debe al lenguaje «excesivamente ofensivo» de quienes representan las principales instituciones del país. «Es un daño irreversible que se le ha hecho a la juventud venezolana», dijo.
Agregó que el docente se encuentra de manos atadas, pues la Lopna impide que el maestro aplique una sanción disciplinaria al alumno. «El docente, por muchas herramientas que tenga, si no tiene la colaboración de los padres y del gobierno, nada puede hacer. La Lopna lo castiga. El docente se inhibe de poner más autoridad debido a las constantes amenazas que recibe, no solo de alumnos sino también de los propios representantes», alertó Alzuru.
Iglesia en acción
Por su parte, la Iglesia Cristiana en Venezuela, al igual que diferentes fundaciones sin fines de lucro de inclinación cristiana, aplican herramientas para que los jóvenes aprendan a vivir con principios bíblicos y así poner en práctica los valores conforme a la voluntad de Dios.
Dice la Biblia: «Enseña al niño a seguir fielmente su camino, y aunque llegue a anciano no se apartará de él» (Proverbios 22:6, RVC), y es que educar a los niños a obrar bien, a amarse ellos mismos y al prójimo, hará que crezcan con un corazón limpio y sin rencores, que es el sentimiento que los lleva a ser violentos, buscar venganza, hacer bromas de mal gusto y ofensivas para los demás. Todo esto sin contar, que teniendo un corazón dispuesto a ser corregidos, los ayudará a ser mejores personas, luego mejores padres y madres de familia para finamente ser una mejor sociedad.
La violencia no lleva a nada bueno, solo atrae más violencia y es lamentable como se deja en evidencia que desde que son niños ya van arraigando ira, odio, resentimiento, es decir, antivalores, en sus corazones.
La Iglesia de Cristo hace un llamado tanto a padres como a niños y jóvenes, a conocer el amor de Dios a través de reconocer a Jesucristo como único y suficiente Señor y Salvador. Él es la máxima expresión de amor y con Jesús en el corazón de cada persona, no habrá cabida para violencia en la sociedad.◄