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Aseguran que la identidad de género es un trastorno mental

[quote]Las enfermedades más que físicas o mentales, son espirituales, por lo que hay que dejar que sea el Señor, quien sane y restaure su diseño original: «Hombre y mujer los creó»; ni se pueden cambiar ni existe un estado sexual «neutro»[/quote]

(Agencias/ VyV).-

Durante décadas los llamados «estudios de género» han conseguido imponer la visión de que la identidad de una persona es un componente completamente separado de la identidad sexual. La conclusión a la que han llegado los grupos LGTB y feministas es que las diferencias entre hombres y mujeres son únicamente una «construcción social».
Sin embargo, la ciencia ha refutado una y otra vez estas teorías a pesar del silenciamiento que sufre todo aquel que se atreve a cuestionar el pensamiento único en el que se engloba la ideología de género.
De este modo, el profesor de Neurología de la Universidad de Siena, Antonio Federico, afirma de manera categórica que «los datos científicos muestran diferencias claras entre el cerebro masculino y femenino, diferencias que son genéticas, hormonales y en la estructura anatómica y fisiológica, con consecuencias importantes en la función cerebral e incluso de ciertas enfermedades».
Es decir, ser hombre o mujer no se puede disfrazar con vestimentas, con una operación o con hormonas sino que va más allá. «Mujeres y hombres son diferentes no sólo en la anatomía y en la manera de afrontar la vida sino también en el uso de uno de los órganos más importantes del cuerpo, por ejemplo el cerebro», agregó. Y es que estas diferencias provocan que un hombre y una mujer tomen decisiones distintas debido a sus diferencias cerebrales.
Por su parte, el Dr. Paul R. McHugh, el ex jefe de Psiquiatría del Hospital Johns Hopkins, dijo que los cambios de sexo eran «biológicamente imposibles», y que los médicos que «promueven la cirugía de reasignación sexual, están colaborando con la promoción de un trastorno mental».
Dijo además, que «la transexualidad es un trastorno mental que merece tratamiento» como la sociedad  también es tratada para otros trastornos mentales, y no debe ser atendido por los medios de comunicación o la profesión médica en la forma en que lo es.
Dr. McHugh, quien es el autor de seis libros y al menos 125 artículos médicos revisadas por pares, hizo estas declaraciones en un artículo en el Wall Street Journal titulado Cirugía transgénero no es la solución, en la que explicó que la cirugía transexual no es la solución para las personas que sufren un ‘trastorno de la suposición’, la idea de que su masculinidad o feminidad es diferente a lo que la naturaleza les asigna biológicamente.
«Las personas que se someten a la cirugía de reasignación de sexo no cambian de hombre a mujer o viceversa. Más bien, se convierten en hombres o mujeres masculinizadas o feminizadas. Afirmar que esto es cuestión de los derechos civiles y fomentar la intervención quirúrgica es en realidad para colaborar y promover un trastorno mental», dijo McHugh.
Dr. McHugh señaló también estudios de la Universidad de Vanderbilt y la Clínica Portman de Londres que los niños que habían expresado sentimientos transgénero pero que con el tiempo, el 70-80 % de ellos habían «perdido espontáneamente esos sentimientos», dando a entender que mucha de esta «transexualidad» era, de hecho, trenzado por adultos que proyectan estos sentimientos en los niños.

Las estadísticas que muestran la realidad
Pero además las estadísticas son claras y muestran los problemas que se generan por intentar separar identidad y sexualidad. Un estudio publicado en la Revista de la Salud Adolescente (Journal of Adolescent Health) realizado en Boston en 2015, comparó los historiales clínicos de 180 jóvenes transexuales con otro grupo de jóvenes no transexuales.
Las conclusiones son abrumadoras. Los transexuales tenían una probabilidad de dos a tres veces mayor de sufrir trastornos mentales, depresión, ansiedad, pensamientos suicidas e intentos de suicidio y también autolesiones.
Un estudio afirma que después del cambio de sexo, las personas con transexualismo tienen riesgos notablemente más altos de mortalidad y conducta suicida. Los propios autores del artículo admitían que «un porcentaje notablemente superior de pacientes adolescentes y jóvenes transexuales sufrían problemas de salud mental en comparación con los jóvenes cisgéneros (personas que se sienten bien con su sexo)».
En este caso, los investigadores añaden que «nuestros resultados indican que el cambio de sexo, aunque alivia la disforia de género, puede ser un tratamiento insuficiente para el transexualismo, y deberían llevar a mejorar la atención psiquiátrica y médica a este grupo de pacientes tras el cambio de sexo».

La contraparte
La revista científica The Lancet Psychiatry ha publicado un estudio realizado en Ciudad de México que relaciona los problemas que sufren los transexuales con el rechazo social, por lo que proponen que la definición de la transexualidad como «trastorno mental» sea eliminada.
Los investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México entrevistaron a 250 personas transgénero entre 18 y 65 años de edad que estaban recibiendo servicios de atención médica en la clínica Condesa, la única pública especializada en servicios de asistencia sanitaria a transexuales en la Ciudad de México. «El estigma que asocia trastornos mentales a la identidad transgénero ha contribuido a la precaria situación legal y a violaciones de los derechos humanos de las personas trans», comenta el autor principal, Geoffrey Reed, profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México.
«La definición de la identidad trans como un trastorno mental ha sido utilizada para denegar la asistencia sanitaria y ha contribuido a la percepción de que las personas transgénero deben ser tratadas por especialistas en psiquiatría», explica Reed. «La definición incluso ha sido mal utilizada por algunos gobiernos para negar a las personas trans el derecho a tomar decisiones sobre cuestiones como, por ejemplo, el cambio de documentos legales para la custodia de los niños», conluyó el profesor.

Dios no se equivoca
«Entonces dijo Dios: “¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza!”… Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó» (Génesis 1:26-27. RVC). Ciertamente la Palabra de Dios es infalible y sus diseños y creación son perfectos. No es la voluntad de Dios que muchos se confundan y adopten conductas e «identidades» diferentes a las que Él les dio, por lo tanto, quien nace hombre, hombre siempre será y quien nace mujer, siempre será mujer.
A través de los estudios antes descritos, médicos especialistas han demostrado lo propio, confirmando y sacando a la luz que lo que el Señor ha creado, ha sido perfecto y que el hombre no lo podrá cambiar, no es una cuestión de derechos humanos o de rechazo hacia alguna persona. Las enfermedades más que físicas o mentales, son espirituales, por lo que hay que dejar que sea el Señor, quien sane y restaure su diseño original: «Hombre y mujer los creó»; ni se pueden cambiar ni existe un estado sexual «neutro».◄

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