A Bárbara Palacios se le ve incansable en sus giras, como si toda la preparación que obtuvo en su carrera dentro del mundo de la belleza la formaron para interactuar con la gente siempre luciendo impecable y sonriente. Sin embargo, basta sentarse con ella a conversar de los temas que mueven sus esfuerzos para darse cuenta de inmediato que esta mujer, lejos de ser solo una imagen atractiva de glamour y buenas maneras, ha superado grandes batallas que le han dado rango en el mundo espiritual como para saber que solo una comunión constante con Dios puede proveer las energías, el bienestar y la paz que cualquiera anhela tener en tiempos tan turbulentos como los actuales.Recientemente estuvo en Katy, Texas, en una conferencia organizada por Carismah Foundation, organización cristiana liderada por los pastores venezolanos Christian y Eukarys Sebastía, y conversó en exclusiva, una vez más, con Verdad y Vida. Muy consciente de la maldad que se ha apoderado de Venezuela invitó, sin embargo, a cambiar el vocabulario de odio y llamó urgentemente a exponer al mundo la verdad de Dios y su Palabra por todos los medios posibles.
En este tiempo de catástrofes naturales o situaciones terribles en lo político, social y económico, pareciera que hace falta un elemento sobrenatural para superar tanta adversidad. ¿Cómo acceder a una intervención sobrenatural de Dios cuando se perdieron los bienes materiales, mueren seres inocentes, o falta lo más básico, como la comida, y sientes que ya no puedes más?
– Siempre me fijo en la vida de Job. En medio de todas las situaciones horribles que le pasaron, ante la enfermedad que se lo estaba comiendo, ante los amigos que le decían que tal vez eso lo merecía por algún tipo de pecado, ante perder sus hijos, casas, riquezas, perderlo todo y quedar postrado en el suelo con lepra, él nunca, con todo lo que sufrió, dejó de hablar con Dios. Él lloraba y le expresaba cómo se sentía, pero nunca dejó de tener fe. Muchos se refugian en alguien físico pero hay que refugiarse en Dios y hablarle de la misma forma en que le hablarías a quien tú más amas y con quien sientes consuelo, con quien puedes compartir tu sentir. El verdadero amigo es Dios y está vivo. Es importante que le digas al Señor: “no entiendo, me siento mal, auxilio”. Háblale con toda sinceridad pues te comprende y te va a responder.
Para quienes están muy cansados o no tienen fe y han dejado de orar, o para quienes no están familiarizados con ese tipo de comunión, ¿cómo les dirías que esperen la respuesta de Dios?
– Siempre veo la respuesta del Señor, a través de un mensaje escrito, o en la Palabra. O de repente alguien me llama y no es coincidencia. Salgo a la calle y veo algo; hay tantas formas, pero el gran problema es que las personas no creen. Tu situación es única porque la vives tú, pero millones viven algo parecido o peor. Te sientes solo, abandonado o sin fuerzas para salir, pero a través de una relación con Dios vas a ver cómo Él te va a responder. Es un asunto de fe. Realmente Dios puede intervenir en tu vida y hacer las cosas diferentes. A pesar de todo lo que te abate, Dios sigue teniendo un plan contigo. Hay que aclarar que no porque tengas fe todo va a ser prosperidad, todo va a ser bienestar pues tu ser interno va a estar en conexión con Dios. Eso no te lo quita un huracán, terremoto o algo externo. La diferencia es que sabes que Dios está allí para cumplir su plan en ti, entonces cuando vienen los choques horribles y fuertes de la vida, no es que no llores o no te desanimes, pero te levantas más rápido, lloras menos y empiezas a actuar. Los ataques son más fuertes porque el Señor está más cerca de su regreso. Por eso el enemigo va a hacer todo lo posible para que te destruyas, desanimes y no creas.
Viendo tanta necesidad, ¿cómo lograr superar la visión limitada de mi problema y aceptar el llamado a ser solución para los demás? A muchos no les gusta hablar de guerra sino de paz y afirmar, por ejemplo, “todo está bien en mi mundo”, pero desde la perspectiva bíblica sí estamos en una confrontación de reinos: el de los cielos y el de las tinieblas. ¿Qué dirías a quienes no quieren tomar una posición en esta guerra?
– Yo por ejemplo en mis redes sociales siempre saludo a todos: “Buenos días, guerreros espirituales”, y ha habido gente que me ha preguntado que por qué lo hago si queremos es la paz. Y justamente es porque somos guerreros espirituales para la paz, porque para conseguir la paz esto es una guerra; lo que pasa es que nuestras armas son la Palabra y la verdad de Dios, el amor, la solidaridad y el rescate que podemos hacer; y así convertir a nuestros hermanos en parte del ejército de Dios también. Si te llaman “fanático”, responde: “No soy fanático, estoy en el equipo de Dios, porque el fanático le va al equipo solo cuando va ganando”. Ya no hay tiempo, hay que tomar decisiones. El tiempo se acaba. Todos los días tenemos que disponernos a ver en qué equipo nos encontramos: el equipo de Dios o el que no es de Dios, porque solamente son dos. Y si de verdad estamos en el de Dios entonces debemos tener la decisión de ser más rescatistas, más dispuestos a ayudar, a proveer, a informar, a llevar la verdad; y esa debe ser nuestra misión diaria.
Un mensaje para los venezolanos que siguen en medio de esta gran prueba como nación. Duele escuchar que Venezuela está perdida en la miseria, hambruna, prostitución y tráfico de niños, entre otras calamidades.
– Todas las personas que han operado en el gobierno sacrificaron el país al mal, definitivamente lo entregaron al diablo. Y la gente no quiere creer en eso. Esto no es política, esto es una guerra espiritual. El gobierno desde ese momento hasta el actual hace ritos, incluso sacó en una oportunidad los restos de Simón Bolívar. Todo eso del esoterismo, santería, brujería, todo lo negro, lo malo, eso es del equipo del mal y estas son las consecuencias de haberle entregado un país. La única forma de sacarlo es que todo venezolano diga: yo proclamo desde mi casa, desde mi vida, desde mi ser que todo lo va a restaurar Dios y yo le entrego Venezuela a Dios. Si eso lo hiciéramos todos los venezolanos en lugar de estar escribiendo las tonterías que muchos publican todos los días en las redes sociales, entonces veríamos un renacer. Si proclamáramos la fe en Dios y su poder, veríamos una resurrección del país que en este momento está muerto pero Dios lo puede resucitar.◄